Por Hasta que deje de haber feminicidios, hasta que deje de haber desapariciones
La Red Hidalguense de Defensoras por el Acceso al Aborto denunció escasez de medicamentos en las tres clínicas públicas de Pachuca que practican la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).
A través de un pronunciamiento hecho en la Plaza Juárez, de Pachuca, señalaron que la falta de insumos médicos no es un error administrativo, sino una “expresión de violencia institucional que pone en riesgo la salud y la vida de niñas, adolescentes y mujeres”.
Reprocharon, con toda razón y claridad, las vallas colocadas por el gobierno estatal en la marcha del 8M.
“Queremos medicamentos, no vallas. Queremos atención digna, no violencia. Queremos derechos garantizados, no discursos vacíos”.
Arreciaron las críticas hacia piedras y vidrios, aun cuando se arriesgan al reproche institucional, ese que, se supone, ya no existiría en estos nuevos tiempos.
Pero fue lo primero que ocurrió.
Las expertas feministas que antes arengaban junto con las mujeres víctimas de violencia hoy, cuando menos, se callan.
Cuando más, las critican.
“Dejaremos de pintar el Reloj hasta que no haya mujeres asesinadas”.
“Mientras continúe la desaparición de mujeres, la desaparición de adolescentes, vamos a seguir marchando”.
¿Cómo decirles que no?
No faltará el, o la, machista del viejo o del nuevo régimen que les critique.
No faltará.
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