Suponiendo… sin conceder

Suponiendo… sin conceder

El “no estás solo”, como cínico sinónimo de impunidad, complicidad y desvergüenza

En el México ficticio de la 4T, ciertos escándalos se entierran en la indiferencia o se disfrazan bajo discursos de “politiquería”.

El caso de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco durante el mandato de Adán Augusto López, hoy acusado de encabezar el grupo criminal La Barredora —vinculado al CJNG—, es una clara demostración de cómo el poder encubre mientras mantiene -intenta mantener mejor dicho – su imagen intacta.

Es un general del Ejército —el comandante de la 30ª Zona Militar, Miguel Ángel López Martínez— quien confirmó que desde el 14 de febrero de 2025 se emitió una orden de aprehensión en contra Bermúdez Requena.

Según el reporte, ese sujeto  huyó el 26 de enero de 2025 rumbo a Panamá, España, y finalmente Brasil, donde presuntamente sigue prófugo.

Documentos de inteligencia filtrados por Guacamaya Leaks identifican a Bermúdez con el alias de “Comandante H”, presunto líder de La Barredora, una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación dedicada al huachicoleo, extorsión, secuestro y otros delitos  .

A pesar de ello, Morena ha reaccionado con silencio y cinismo. Nuevamente.

En el Consejo Nacional del partido (ayer, 20 de julio de 2025), Adán Augusto López Hernández reapareció tras días de silencio y calificó el escándalo como “politiquería”, (¿le suena?) negando cualquier implicación personal 

Diversas voces dentro del partido —como Luisa María Alcalde o Claudia Sheinbaum— incluso han marcado distancia, asegurando que no se protegerá a nadie, mientras la militancia cierra filas con su líder.

Pero aquí no hay ficción periodística: hay un general denunciando públicamente que autoridades de seguridad en Tabasco fueron infiltradas por el crimen, hay un prófugo buscado con ficha roja de Interpol, hay informes militares y filtraciones documentales que probarían los vínculos.

Lo que no hay es acción contundente, rendición de cuentas ni deslinde real.

Este es el país que nos quieren vender como nuevo: aparición pública tardía, negacionismo frente a revelaciones graves y, cuando el silencio ya no basta, la creación de distracciones institucionales. Es la hipocresía retórica de la transparencia que se desmorona cuando debe enfrentar su propio círculo.

Los ciudadanos no merecen propaganda ni evasivas. Merecen explicaciones claras: ¿sabía López de estos vínculos antes de nombrarlo funcionario? ¿Por qué se mantuvo a Bermúdez en el cargo aún tras advertencias militares en 2019? ¿Hasta cuándo seguirá impune esta cultura de la lealtad partidista por encima de la ley?

Cada día sin respuestas convierte la narración política en una farsa.

El cinismo de Morena no es un defecto; es una estrategia deliberada para mantener su narrativa de impunidad y lealtad interna. Pero lejos de presentar al proyecto 4T como un cambio radical, este caso revela los métodos viejos y las estructuras corruptas que continúan operando bajo nuevos nombres.

Mientras tanto, el país observa, la violencia arrecia y el poder “transformador” mira hacia otro lado.


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