Por Actualización del Plan Estatal de Desarrollo; falta un “polo del bienestar”
En medio de un clima político nacional marcado por el desencanto y la polarización, es esperanzador que en Hidalgo se impulse una agenda de planeación estratégica que trascienda coyunturas y busque consolidar una transformación profunda. La reciente actualización del Plan Estatal de Desarrollo, presentada por Miguel Tello Vargas, titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva, y por Alejandro Velázquez García, secretario del despacho del gobernador, representa una bocanada de aire fresco para el rumbo que el estado quiere tomar.
Lejos de ser un documento más de escritorio, este plan es el reflejo de un esfuerzo institucional por ajustar el rumbo, identificar prioridades reales y responder a las necesidades actuales de la ciudadanía. Con base en diagnósticos actualizados y consultas ciudadanas, se han afinado las metas para consolidar un desarrollo más equitativo, sustentable y con visión de futuro. Es una señal clara de que el gobierno estatal no se conforma con administrar inercias, sino que busca gobernar con planeación, visión y participación social.
Miguel Tello ha sido enfático en destacar que no se trata de una simple actualización técnica: es una ruta estratégica para alinear políticas públicas con una realidad cambiante. En una entidad que arrastra rezagos históricos en materia de infraestructura, salud, educación y desarrollo económico, esta planeación es vital. Y Alejandro Velázquez ha subrayado que esta transformación tiene rostro humano, con enfoque en la justicia social y la reconstrucción del tejido institucional.
El enfoque territorial del plan, que toma en cuenta las particularidades de cada región del estado, es particularmente valioso. Hidalgo no puede avanzar con soluciones uniformes; requiere una estrategia diferenciada que aproveche las fortalezas locales y enfrente los retos específicos de cada comunidad.
Además, la incorporación de mecanismos de evaluación permanente y seguimiento ciudadano fortalece la confianza. No se puede transformar sin rendir cuentas, y este nuevo enfoque lo entiende.
Hidalgo necesita más que buenas intenciones: requiere instrumentos sólidos y voluntad política para transformar la realidad.
Esta actualización del Plan Estatal de Desarrollo es una apuesta por la continuidad con mejora, por la técnica con enfoque social y por el presente con visión de futuro. Si se cumple lo planteado en este documento, la transformación no será solo un lema: será una realidad tangible en la vida de las y los hidalguenses.
La inclusión de Hidalgo como el único estado con dos Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar es una excelente noticia.
El gobernador Julio Menchaca lo dijo, de broma pero muy en serio, que faltó un polo del bienestar más para Hidalgo, en Ciudad Sahagún, donde la administración estatal tiene un predio que cuenta con los requisitos solicitados, “pero ya se iba a ver muy cargado”.
Pues, ¡que se cargue!
Que estas iniciativas se concreten con rigor, transparencia y participación ciudadana (como tanto se anuncia) marcará la diferencia entre una promesa más y una transformación real y duradera.
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