Simey Olvera se une a Tania Meza… muy tarde
La senadora Simey Olvera y la diputada local Tania Meza se han pronunciado, en menos de una semana, con vehemencia sobre la discriminación que implica que una mujer encabece una gubernatura de solo dos años.
Lo que ambas legisladoras omiten decir es que esa duración reducida del mandato no es producto del azar ni de una conspiración del oscuro pasado, sino una reforma promovida por el gobernador Julio Menchaca.
En diciembre de 2022, el Congreso local, en la legislatura pasada, aprobó con 20 votos a favor, ocho en contra y dos ausencias, el dictamen que reformó la Constitución Política del Estado de Hidalgo en materia electoral, para establecer que por única vez la próxima gubernatura sea de dos años.
A favor de la iniciativa, impulsada por el gobernador Julio Menchaca, votaron los legisladores de la alianza legislativa Juntos Haremos Historia: diez diputados de Morena; cuatro del Partido del Trabajo; dos del Verde Ecologista de México; y dos de Nueva Alianza.
A favor también votaron Miguel Ángel Martínez del PRD y el cantante Francisco Berganza (aquel que jugó a no perder y perdió todo al ganar).
En contra, sufragaron los ocho diputados del PRI (todavía pertenecían al tricolor), en tanto, dos legisladores del PAN no acudieron a la sesión.
Durante la discusión del dictamen, el entonces diputado priísta y presidente de la Junta de Gobierno del Congreso, Julio Valera, hoy delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) pidió una reserva al artículo transitorio.
Valera Piedras consideró que dos años no es tiempo suficiente para que quien resulte electa pueda emprender acciones importantes para la entidad, por lo que solicitó que fuera analizada con más detalle por especialistas.
Por su parte, la dirigencia nacional del PRI expuso que esta disposición fue pensada por Morena “para violar los derechos de las mujeres”.
La razón por la cual Morena debe postular a una mujer para la próxima gubernatura en Hidalgo se encuentra en las normas de paridad de género establecidas por el Instituto Nacional Electoral (INE) y por criterios del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Estas normas obligan a los partidos políticos a garantizar la paridad sustantiva en la postulación de candidaturas a cargos ejecutivos, como las gubernaturas.
El pasado 20 de mayo, la diputada local, Tania Meza, señaló en tribuna que una gubernatura de sólo dos años a una mujer sería un acto discriminatorio.
Señaló que el tema debe analizarse a fondo, incluyendo propuestas que garanticen la igualdad sustantiva y eviten contradicciones con la legislación nacional.
Apenas este 26 de mayo, la senadora Simey Olvera Bautista declaró que es necesario discutir, debatir y hacer público el tema de la “mini gubernatura” para mujeres en la entidad.
Si bien ambas posturas son absolutamente ciertas, ninguna de las dos legisladoras, ni nadie más entre las muchas personas expertas en temas de género dijo absolutamente nada cuando se presentó la iniciativa, cuando siguió el proceso legislativo y cuando fue aprobada. ¿Por qué? No se sabrá.
Aquí aplica el viejo y conocido dicho, inventado por quienes simpatizan con el grupo que hoy domina el panorama político de país:
“¿Dónde estabas cuando…?
Síguelo por X: