La “violencia verbal” en su contra, condena para policías golpeadores
Ya no hay duda: los policías que participaron en la agresión a las personas que protestaron, el domingo pasado, por la desaparición de una mujer en la zona sur de la capital del estado, serán sancionados.
Se infiere el supuesto luego de las declaraciones del gobernador del estado, Julio Menchaca Salazar, quien aseguró que los agentes no siguieron los protocolos de actuación, esos que se tienen y, se supone, se practican y se enseñan, para evitar el uso excesivo de la fuerza en manifestaciones y protestas.
Pero, además, Menchaca Salazar advirtió que los policías fueron objeto de violencia verbal por parte de los manifestantes.
Es decir, fueron insultados, agraviados, vilipendiados.
Y eso calienta, cómo no.
Por tanto, eso sin duda generó la reacción agresiva de los agentes, dando lugar a las agresiones que pudimos observar en videos, fotografías y reseñas periodísticas.
De entrada, el agente que le dio un “zape” en la cabeza, a traición, a un hombre que le daba la espalda, ya fue separado del cargo, aseguró Salvador Cruz Neri, secretario de Seguridad Pública.
El gobernador, como jurista que es, sabe perfectamente que una autoridad no puede responder un insulto con un golpe.
En realidad, es una respuesta fuera de toda proporción, en cualquier caso, máxime en uno donde el involucrado es un agente del orden público.
Afortunadamente, la razón de la protesta, ya fue subsananda: la mujer desaparecida fue localizada sana y salva, a pesar de que salió de su hogar por probables hechos de violencia familiar.
Habrá, sin duda, una sanción ejemplar para los agentes que procedieron fuera de toda norma.
Tanto de la corporación a la que pertenecen, como de la Comisión de Derechos Humanos del estado, organismo autónomo que no podrá excusarse de emitir una recomendación, ante la contundencia de las evidencias.
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