Por Derechos Humanos, reducto de esperanza para 8M
Familiares de los dos jóvenes detenidos por, presuntamente, participar en los desmanes ocurridos en las postrimerías de la marcha del 8M, por la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, se manifestaron en la Comisión de Derechos Humanos del estado.
Ahí, en el edificio sede de la institución defensora de derechos humanos, en la avenida Juárez de Pachuca, acusaron que los dos imputados por delitos de ultrajes a la autoridad, lesiones y ¡sedición! han recibido amenazas.
Dirigieron un escrito de petición a la titular del organismo autónomo, Ana Karen Parra, para que intervenga y se les informe la identidad de los agentes que realizaron la detención de ambos detenidos.
Los familiares insisten, con videos en mano, que su aseguramiento se llevó a cabo en la calle de Guerrero, y no en la Plaza Juárez, como aseguran las autoridades.
Esa circunstancia trastocaría el proceso jurídico que se lleva en su contra, pues desmentiría las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se les ubica para justificar la decisión del Juez de vincularlos a proceso y además justificar su prisión preventiva.
Más allá de que, como dicta la lógica, cualquier familiar pugnaría por la inocencia de sus procesados, hay elementos sólidos para pensar que existe, en el mejor de los casos, un error de ubicación de los agentes policiales que detuvieron a los involucrados.
Desafortunadamente la CDHEH se ha caracterizado por ser blandengue en casos complicados, pues la presidenta es más afecta a publicar imágenes en redes sociales en donde defiende con pasión los derechos de los animales que meterse a fondo a los asuntos jurídicos de los quejosos.
La credibilidad del organismo está en entredicho desde que su titular ha demostrado que su palabra no tiene la solidez que una ombudsperson requiere para contar con autoridad moral en cualquier caso.
Otro caso espinoso que el organismo público autónomo, con patrimonio propio y personalidad jurídica tendrá que atender y resolver de la mejor manera posible.
No hay antecedentes que hagan mantener esperanza en ello.
Más en:
