Por El desdén por el combate al huachicol
El qdurante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador es evidente: primer lugar nacional en huachicol y la drástica caída en los índices de paz y seguridad.
El gobernador del estado de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, aseguró que se mantendrá el trabajo conjunto y coordinado con Petróleos Mexicanos (Pemex) para combatir el robo de combustible.
También explicó que esta problemática, que se presenta potenciada en su administración, es una herencia.
Una herencia que se fue generando o consintiendo, no se sabe si por interés o por apatía, recordó el muy desafortunado y lamentable ejemplo en Tlahuelilpan.
El mandatario estatal precisó que todos los días, las áreas de Seguridad Pública en coordinación con la Secretaría de la Defensa, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República, están haciendo cateos, intervenciones y detenciones.
Tiene razón el gobernador, es una herencia
Una herencia de los sexenios anteriores, sin duda, cuyos gobernadores poco pudieron hacer para combatir.
Una herencia de los gobiernos federales, que poco hicieron para apoyar al estado en el combate a ese delito, federal.
Sobre todo en el periodo de López Obrador, cuya displicencia por Hidalgo se transformó en varias tragedias.
Una de ellas, la de Tlahuelilpan.
Otra, el crecimiento incontrolado del robo de hidrocarburos.
Herencia maldita.
El desdén hacia Hidalgo del sexenio concluido tiene que revertirse.
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