Por Martiniano “V.O.”, el lado correcto de la historia pende de un hilo
El exoficial Mayor del gobierno estatal, durante el sexenio de Omar Fayad, Martiniano “V.O.”, obtuvo un amparo con el que se le obligaba al juez de su causa a modificar la medida cautelar de prisión preventiva justificada.
Ello no implica que obtenga la libertad, pues aún permanece sujeto a otras tres causas que le mantendrán preso, sin embargo, el juez de Control deberá emitir una nueva medida cautelar, lo que anticipa una victoria, pírrica quizá pero victoria, en su batalla legal.
Apenas el seis de enero se informó lo anterior y ya, ayer, durante la audiencia de cumplimiento a Ejecutoria de Amparo, el exfuncionario obtuvo la modificación que le permitiría, si no tuviese otras dos causas penales abiertas, dejar la cárcel y seguir su proceso en su domicilio, con la correspondiente vigilancia.
De los tres procesos que enfrenta por el delito de Peculado, el que la justicia federal lo ampara es en donde se fingió la compra de 30 mil litros de crema antiséptica para el combate de la pandemia de COVID 19, que azotó al mundo a principios de la década.
Se dispensó el dinero, 18 millones de pesos, pero no se hizo la compra.
La obtención del amparo evidencia que las actuaciones del Ministerio Público y de la autoridad judicial local fue deficiente, pues aunque los abogados defensores acuden a argucias y chicanadas interminables, sin recovecos o irregularidades le sería difícil, un poco más al menos, a los jueces federales dispensar amparos a granel.
Martiniano “V.O.”, forma parte del denominado “Maxiproceso de la Estafa Siniestra” bautizado así por el entonces encargado del despacho de la PGJEH, Santiago Nieto Castillo, en el cual se le acusa del saqueo al erario por alrededor de 42 millones de pesos.
En este contexto, la historia registrará no solamente al gobierno del exgobernador Omar Fayad como el más corrupto, documentado al menos, en la historia del estado, sino a los gobiernos subsecuentes en la medida en que se consolide la acción de la justicia.
El lado correcto de la historia dejará de ser un mero eslogan propagandístico para convertirse en un registro público.
De ese tamaño.
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