Suponiendo… sin conceder

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Hospital Español, tendencia

Sinceros deseos de pronta recuperación para Julio Menchaca Salazar.

La sevicia que pulula en redes sociales no es nueva ni va a desaparecer, alimentada por el cobarde anonimato y lejanía, porque de quienes insultan y agreden en redes, el total, jamás lo haría si tuviese al ofendido enfrente, en persona.

Así en el caso de la contingencia de salud que sufrió el gobernador del estado de Hidalgo, Julio Menchaca, quien fue trasladado al Hospital Español de la capital del estado para atenderlo, como debe ser.

Ese discurso de odio es fomentado por el discurso de la demagogia.

El círculo íntimo de la cuarta transformación, en voz de su principal líder, el expresidente Andrés Manuel López Obrador, se dieron a la tarea de dividir entre ricos y pobres, es decir, malos y buenos, a la sociedad, real y virtual.

“Hospital Español” fue tendencia en redes buena parte de la tarde de ayer, después de que se confirmó que Menchaca Salazar fue llevado ahí para ser atendido.

“Que lo lleven al IMSS, como a cualquier ciudadano”. “Que se atienda en el ISSSTE como todo el pueblo”, fueron mensajes, de los menos agresivos, pero todos ilustrativos.

Ataques a la persona, no al funcionario, producto de ese legado manipulador de López Obrador.

Se les critica no por atenderse en una clínica privada, sino por alardear de pobreza cuando se tiene acceso, como debe de ser, a privilegios que tiene cualquier mandatario cuya mengua en su salud ocasionaría una crisis política.

La vocería del gobierno estatal hizo sus mejores esfuerzos para convencer de que su traslado se hizo vía terrestre, y no en helicóptero, como se supo desde un principio.

Si fue así, es una flagrante falla al protocolo de atención, pues estamos hablando del primer mandatario del estado, no, con todo respeto (y sin él, faltaba más) de un ciudadano cualquiera.

De Actopan a Pachuca se hace, en auto, con un tránsito aceptable, alrededor de media hora.

Un desmayo no es un esturnudo, la primera versión fue que sufrió el síncope por calor y cansancio.

Supongamos que así fue. Una persona sana no se desmaya por calor y cansancio, evidentemente esa señal del organismo de Menchaca va más allá del común agotamiento.

Si el traslado fue por helicóptero, ¡qué bien!

Si decidieron llevarlo a un hospital privado y no al caos de cualquier nosocomio público, actuaron con sensatez.

Lo contrario sería una barbaridad.

Palabra es acción.

El gobernador Julio Menchaca tuvo una deferencia de incalculables dimensiones con la familia de quien esto escribe, en su época como presidente del Tribunal Superior de Justicia estatal.

Los mejores deseos de recuperación para el padre de familia, el esposo, el vecino pachuqueño.

Ya párele, gobernador. Sin salud, lo demás es imposible.

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