Suponiendo… sin conceder

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Atención médica, la otra tragedia

Fue durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador que al estado de Hidalgo le llovió sobre mojado.

A pesar del discurso oficial, políticamente correcto, pronunciado en muchos casos para evitar la ira del presidente y su círculo bombardero propagandístico, en otros por franca y aviesa lambisconería, a nuestro estado no le fue bien ni en seguridad, ni en medio ambiente ni en salud.

La atención médica en particular se recargó también en la región de Tula, recipiendaria de las desgracias sexenales.

El 6 de septiembre de 2021, ocurrió, en Tula, una inundación que dejó un saldo de 17 muertos, cerca de 10 mil damnificados y más de dos mil viviendas de comunidades afectadas.

De acuerdo con información de medios de comunicación y versiones oficiales y un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México denominado “corriente alterna”, la inundación se originó en el Valle de México, a 70 kilómetros de Tula, producto de intensas lluvias en la Ciudad de México y el estado de México, que saturaron sus sistemas de desagüe, cuyo destino final es el Valle del Mezquital, en Hidalgo.

La UNAM reportó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) activó el Protocolo de Operación Conjunta del Drenaje Profundo del Valle de México, con el que se abrió el flujo de aguas residuales a través del Túnel Emisor Central y el Túnel Emisor Oriente.

Esto provocó que el Río Tula duplicara su caudal hasta que, finalmente, se desbordó.

A partir de entonces la atención hospitalaria en la región ha sido una tragedia, de por sí, entre otras cosas por la pésima distribución de medicamentos.

La carencia de medicinas y de la propia infraestructura sanitaria ha sido de una negligencia criminal inconcebible.

Corrupción, en primer término: el 6 de noviembre de 2021, durante una reunión a puerta cerrada que celebraron presidentes municipales, funcionarios del gobierno de Omar Fayad y del gobierno federal, los primeros informes fueron dados por el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, quien dio a conocer que en marzo de 2023 sería posible contar con un hospital que sustituya al que se inundó en septiembre de 2021.

Señaló que la encomienda es que para el 21 de marzo de 2023 esté construido un nuevo Hospital General de Zona en Tula, no solamente con mejor ubicación sino con mejor calidad y capacidad de resolución.

En diciembre de 2022, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) otorgó un contrato, por adjudicación directa, por mil 444 millones, 999 mil 545 pesos para los “trabajos para el HGZ en Tula de Allende, Hidalgo”.

Ni hospital ni medicamentos.

Este fin de semana, en los trabajos de restauración de la presa Endhó y zonas aledañas, el coordinador estatal de IMSS-Bienestar Hidalgo, Felipe Arreola Torres Y otros funcionarios detectaron, con enorme perspicacia, el desabasto de medicamentos e insumos en 15 unidades de salud de Tula de Allende, Tepeji del Río, Tepetitlán, Tezontepec de Aldama y Ajacuba.

Esa “área de oportunidad”, como le llamaron, es un clamor y una exigencia de la población desde hace un lustro.

Y se la siguen llevando con recorridos y discursos baratos.


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