Por La fallida estrategia priista
Amén del pleito interno que sostiene con el Partido Acción Nacional, no solo en Hidalgo sino a nivel nacional, la estrategia discursiva que adoptó el Partido Revolucionario Institucional, en voz de Carolina Viggiano es, por decir lo menos, imprudente.
Durante los miércoles de conferencia de prensa en la sede estatal del PRI, la candidata al Senado de la República ha acusado al gobierno estatal, que lleva 19 meses de no resolver los graves problemas que aquejan a Hidalgo…que su partido no resolvió en nueve décadas.
Un despropósito mayúsculo es atacar a tu adversario con las falencias que tus aliados padecieron durante toda una época.
La defensa del agua, un problema que asola al estado desde hace más de medio siglo, en el que los gobiernos federales, priistas hasta el 2000 y de la capital del país, priista hasta 1997 y del estado de México, priista hasta el año pasado, participaron al llevarse agua limpia y regresar aguas negras, no fue detenido por ningún gobernador priista de Hidalgo. Por ninguno.
Ni siquiera por Manuel Ángel Núñez, Miguel Osorio y Omar Fayad, quienes tuvieron ante sí un presidente de otro partido.
La pobreza, en la que Hidalgo lleva sumido durante toda su existencia, pero hoy el priismo señala con descarada y desmemoriada fruición.
Y recientemente, el problema de la inseguridad, en el que la realidad desnuda las intenciones electorales del priismo, pues Hidalgo no solo es uno de los estados más seguros y pacíficos del país, sino que ese estatus es herencia de los últimos tres sexenios en que el PRI gobernaba el estado.
Acaso, los últimos meses del gobierno de Omar Fayad, quien, aunque lo él mismo reniegue y en el partido lo nieguen, llegó a la titularidad del ejecutivo gracias al PRI, menguó el estadio de seguridad en la entidad, al caer del cuarto al sexto lugar con menores índices de violencia.
Si el discurso propagandístico de Morena resulta pueril y zalamero con el poder presidencial, el discurso priista incurre en la desmesura y desmemoria.
Con la historia.
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