La plaga de feminicidios en el sexenio
Lo que inició como “el gobierno más feminista de la historia”, apunta para terminar como el sexenio más mortífero para las mujeres.
Y no solo por el creciente e irrefrenable número de feminicidios, sino por el maltrato constante y sistemático en distintos niveles de violencia.
En un país como México, resulta muy fácil utilizar una causa justa para hacer política.
Una causa que por años haya sido una demanda de grupos vulnerables, naturalmente se convierte en botín de quienes buscan llegar al poder, a través de congraciarse con esos grupos.
Lo hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien acudió a la causa feminista para, con su impulso, arribar al cargo que ahora detenta.
Sin embargo, poco tardó el presidente en desconocer al movimiento que lo apoyó con decisión.
Apenas accedió al poder, tildó al movimiento de “conservador”, de ser parte de esos entes etéreos que tratan, a toda costa, de minar su popularidad y desestabilizar a su gobierno.
El mejor ejemplo: el regateo de recursos a los refugios para mujeres, ahí donde llegan a salvar la vida luego de estar inmersas en un entorno de cíclica violencia.
Los refugios tienen sustento jurídico en la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la Norma Oficial Mexicana (NOM 046) así como en la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Belem do Pará) en su artículo 8, y la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW), en su recomendación general número 35 (del año 2017) sobre la violencia por razón de género contra la mujer, por la que se actualiza la recomendación general número 19, ambas convenciones firmadas y, ratificadas por el Estado mexicano e instan a los Estados signatarios a adoptar progresivamente medidas de protección para las mujeres que son objeto de la violencia, incluyendo en estas medidas a los refugios.
Un Refugio es un lugar que brinda cobijo a mujeres víctimas de la violencia machista, y en su caso sus hijas e hijos, que no cuentan con redes de apoyo sólidas o que por el peligro en el que está su vida deben ir a lugares seguros y confidenciales.
Este gobierno regatea recursos para estos lugares.
México es el segundo país Latinoamericano con más feminicidios.
De acuerdo con el Mapa Latinoamericano de Feminicidios 2023, año son asesinadas en México más de 3 mil mujeres; sin embargo, sólo el 25 por ciento se investigan bajo protocolos de feminicidio; aun así el país se ubica como el segundo con más víctimas por razones de género en Latinoamérica y en los cinco años de administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya suman cerca de 5 mil víctimas.
En ese marco transcurrió, el pasado viernes, la marcha del ocho de marzo, el Día Internacional de la Mujer.
En ese marco, el gobierno de la cuarta transformación incrementa su deuda con ese otro movimiento social que el presidente López Obrador utilizó para llegar al poder.
Otro movimiento, utilizado y desechado.
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