Suponiendo… sin conceder

Suponiendo… sin conceder

Sheinbaum y AMLO, la sopa y las mulas

Escuchado en Palacio Nacional (al momento de elegir al “nuevo” gabinete presidencial): 

“Caray licenciado, por más que le moví a la sopa, me tocaron las mismas mulas”.

La anécdota, que podría parecer reciente, en realidad refiere a la transición entre Adolfo Ruiz Cortines y su tocayo y protegido Adolfo López Mateos.

El viernes se registró la última conferencia “mañanera” informativa del sexenio, pues, según dicho por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, la de hoy será un “guateque”, una fiesta de despedida entre el mandatario y sus amigos “reporteros”, esos que más que preguntas le hacen comentarios sobre lo bien que gobernó y lo maravilloso que venció a sus adversarios. 

El poder de la mañanera fue tal, que los dictados del sexenio emanaron de ahí, del atril en el que, de lunes a viernes por tres horas al día, el presidente daba instrucciones, directa o indirectamente a sus colaboradores.

Ahí surgieron los “otros datos”, esos que utilizados a conveniencia y sustentados solo por la presidencial saliva contradecían a la realidad con la convalidación del pueblo y de sus medios de comunicación.

Ahí se dijo que la pandemia fue bien manejada; que la seguridad pública está mejor que nunca; que no hay un peso de deuda pública; que no existe la corrupción ni el tráfico de influencias ni el conflicto de interés en el gobierno federal.

Ahí surgió la versión de que la reforma judicial democratizará la justicia y que la Guardia Nacional no es militar.

Algunos integrantes del gabinete de Claudia Sheinbaum fueron designados, con mucho respeto desde luego, desde la mañanera.

La misma presidenta electa adelantó que el equipo de comunicación que produce las mañaneras continuará para hacer lo propio en el sexenio que mañana inicia. 

El dos de octubre, un día emblemático para las luchas de resistencia de la izquierda histórica en México, tendrá a lugar la primera conferencia mañanera de Claudia Sheinbaum, ya como presidenta, la primera en nuestros dos siglos de vida independiente.

Un buen inicio: ya adelantó que ella sí acudirá a la zona de desastre que es Acapulco en particular y la costa del Pacífico en lo general.

La esperanza es que, con Sheinbaum Pardo, la mañanera cumpla la función de informar y no de inventar, de comunicar y no de gobernar.

Que con la presidenta de la República, gobierne el cerebro y no la lengua.

“Caray licenciado, por más que le moví a la sopa, me tocaron las mismas mulas”, se escuchó decir con insistencia.


**Las expresiones contenidas en estas líneas, son opinión de ellas, y por lo tanto, no representan la postura editorial de CentralMX.

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