La vacilada de la “legislatura de la inclusión”
El colmo de los colmos fue cuando, el 25 de mayo de 2023, se presentó en el congreso local una “agenda legislativa con perspectiva de género”, en un evento de grandes dimensiones en la explanada del legislativo hidalguense.
El evento fue encabezado por dos hombres. Sí, dos hombres, el diputado Julio Valera y el senador Navor Rojas, como invitado.
Las mujeres, sí, de acompañantes para reconocer y aplaudir los grandes esfuerzos inclusivos.
El 27 de agosto del mismo año, otra perla: el compromiso de empoderar a las mujeres y garantizar justicia ante la violencia y el incumplimiento alimentario, a través de la creación del Instituto de Estudios para la Igualdad de Género y la armonización legal en Hidalgo, encabezado también por un diputado varón.
En la autollamada “legislatura de la inclusión”, Morena, el PRI (y luego el GPI) y PT construyeron una Junta de Gobierno sexista, con una Junta de Gobierno que no es paritaria, por el contrario, excluyó a las 15 mujeres diputadas, a todas, para integrar el cuerpo colegiado del Poder Legislativo, a pesar de que su participación es exactamente el 50 por ciento de la integración del Congreso local.
En el Grupo Legislativo de Morena, se designó en un principio a Francisco Xavier Berganza Escorza, quien renunció para buscar la gubernatura estatal y posteriormente, designó a Jorge Hernández Araus y a Luis Ángel Tenorio Cruz, pasando por encima de cinco legisladoras.
El primero priista, luego “gepeísta” y finalmente morenista, Julio Valera Piedras, obtuvo la coordinación de su bancada, pese a que tiene una mayoría de mujeres, como Citlali Jaramillo, Marcia Torres González y Erika Araceli Rodríguez Hernández quienes sí ganaron su curul bajo la mayoría relativa.
Así como Michelle Calderón Ramírez y Rocío Jaqueline Sosa Jiménez, quienes son de representación proporcional.
Luego del cambio al efímero “GPI”, nada cambió.
Para el caso del Grupo Legislativo del Partido Acción Nacional (PAN), Rodrigo Castillo Martínez, se impuso durante tres cuartas partes de la legislatura a Silvia Sánchez García, quien finalmente fue la única mujer en acceder al cuerpo colegiado de mando, durante los últimos meses.
En la fracción del Partido Nueva Alianza Hidalgo (PNAH), pasó lo mismo con José Noé Hernández Bravo, quien no permitió el paso María Adelaida Muñoz Jumilla.
En la bancada del Partido del Trabajo (PT), Jesús Osiris Leines Medécigo, fue designado coordinador sobre los perfiles femeninos de Elvia Yanet Sierra Vite y Tania Valdez Cuéllar. Otro caso de mayoría de mujeres que se someten a un hombre.
Finalmente, en el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el regidor-diputado-regidor Octavio Magaña Soto, pasó por encima de la trayectoria de María del Carmen Lozano Moreno.
La diputada independiente Citlali Jaramillo lo denunció al menos en tres ocasiones, junto con su compañera Erika Rodríguez. Nada pasó.
Los “eventos”, actos y presunciones de la “legislatura de la inclusión” fueron falaces, mendaces y sin duda procaces.
Una mentira para presumirlo en las fotos, en las redes.
**Las expresiones contenidas en estas líneas, son opinión de ellas, y por lo tanto, no representan la postura editorial de CentralMX.
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