Otra vez, la demagogia contra las mujeres.
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
En los dichos, las “mañaneras” se han convertido en una forma de “gobierno” que atiende, con los ya memorables otros datos, los grandes problemas del país.
En los hechos, esos grandes problemas no se solucionan, salvo en el imaginario del presidente López Obrador y sus más acérrimos creyentes.
El “presidente más feminista de la historia” –que no lo es– nuevamente regatea, al punto de la mezquindad, recursos para el Programa de Apoyo para Refugios para mujeres víctimas de violencia.
Para el próximo año, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador propone un aumento, casi nulo, del 0.02%, lo que representa solo 119,025 pesos adicionales para los Refugios que previenen feminicidios y restituyen derechos.
Una burla, una miseria.
Los refugios tienen sustento jurídico en la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la Norma Oficial Mexicana (NOM 046) así como en la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Belem do Pará) en su artículo 8, y la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW), en su recomendación general número 35 (del año 2017) sobre la violencia por razón de género contra la mujer, por la que se actualiza la recomendación general número 19, ambas convenciones firmadas y, ratificadas por el Estado mexicano e instan a los Estados signatarios a adoptar progresivamente medidas de protección para las mujeres que son objeto de la violencia, incluyendo en estas medidas a los refugios.
Un Refugio es un lugar que brinda cobijo a mujeres víctimas de la violencia machista, y en su caso sus hijas e hijos, que no cuentan con redes de apoyo sólidas o que por el peligro en el que está su vida deben ir a lugares seguros y confidenciales.
Rumbo al X informe de la CEDAW en la Red Nacional de Refugios junto con Fundar, Centro de Análisis e investigación realizaron una revisión del Presupuesto etiquetado para Refugios en los últimos 6 años, así como del presupuesto asignado en 2024 en el Paquete Económico para el ejercicio fiscal 2024.
Entre algunos de los hallazgos están que hubo una importante caída del presupuesto en 2019, luego, se dio una recuperación en 2020.
Sin embargo, en 2021 y 2022 se dieron reducciones una vez más, contraviniendo el principio de progresividad en el gasto para los derechos humanos. En 2023 se aumentó nuevamente el presupuesto, sin embargo, su nivel permaneció por debajo de los niveles de 2020. Finalmente, en 2024, se propone un aumento del 0.02 por ciento. .
Regatearles los recursos para su correcta operación es, en los hechos, un absoluto desprecio a su labor y a las mujeres que viven en el terror causado, casi siempre, por su entorno más cercano, más íntimo.
Pero en la mañanera, si es que se aborda el tema, habrá otros datos, o un simple “no, no, no, estamos trabajando como nunca”.
Y eso es suficiente para que las más recalcitrantes feministas del pasado cierren la boca.
Palabra es acción
Armando Azpeitia Díaz, presidente municipal de San Salvador, reunió a la crema y nata morenista en su informe municipal.
Ahí se vieron todas las expresiones del partido en el poder, como Natividad Castrejón, secretario de Educación Pública y Susana Ángeles, presidenta municipal de Tizayuca.
A pesar de las turbiedades y turbulencias del alcalde magisterial, como el hecho de controlar, aunque sea ya más discreta y acotadamente, las movilizaciones del Mexe, o de ser acusado por el gremio de lecheros y de comerciantes además de habitantes de la comunidad de El Vixtha, por defraudarles con recursos económicos, Azpeitia Díaz conserva su “arrastre” en la clase política morenista.
Pareciera que entre más escándalos, más reconocimiento para el alcalde morenista.