Por La reedición del desafuero
Por Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
Hace 19 años, el entonces Jefe de gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, dispuso la realización de obras en un paraje para construir una vía alterna que diera acceso al Hospital ABC, uno de los hospitales privados más caros y exclusivos de la capital del país.
Ese hecho, desencadenó una serie de acontecimientos, jurídicos y políticos ampliamente conocidos, que fraguaron la historia hasta donde hoy, con el propio López Obrador en la presidencia de la República, la conocemos.
Ese intento de abuso de poder, mendaz y falaz, fue determinante para que la carrera política del entonces jefe de gobierno descollara al punto de convertirlo en el líder social más importante del siglo que corre.
Hoy, se reedita el abuso del poder, desde el más alto puesto público y político de la nación, encarnado por quien hace dos décadas era la víctima.
López Obrador ha violado cuánta ley le ponen enfrente para atacar a Xóchitl Gálvez.
Violó el secreto fiscal, divulgó información privada de las empresas de la senadora hidalguense.
La ataca desde la tribuna presidencial violentando las disposiciones legales que determinó el árbitro electoral.
Ayer, ocurrió el colofón que rememora aquella arbitrariedad de principios de siglo en contra de quien hoy detenta el poder: el diputado federal de Morena, Alejandro Robles, presentó una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de Xóchitl Gálvez, ya en su calidad de aspirante a la candidatura presidencial de la oposición, por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
Una burla dantesca.
Las denuncias, que también se hicieron extensivas a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), son para que se investigue a la senadora panista, pues según Alejandro Robles, desde el 2002 en su declaración patrimonial oculta los datos de las empresas particulares de su propiedad y los ingresos de estas.
La UIF, ahora dirigida por Pablo Gómez, viudo ideológico de la matanza del 68, tuvo el desdoro de presentarse en un evento político de Morena, con lo que dejó ver que su sino político y partidista está por encima de su responsabilidad como funcionario público.
De ese tamaño la arbitrariedad que se planea en contra de Xóchitl Gálvez Ruiz.
Del tamaño del desafuero que no fue, hace casi dos décadas.
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