Por “El gobierno más feminista de la historia” ataca con saña a las mujeres
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
El 23 de febrero de 2020, la defenestrada Irma Eréndira Sandoval, entonces secretaria de la Función Pública, señaló que el presidente Andrés Manuel López Obrador era el “más feminista” de la historia contemporánea de México.
Y fue más allá: de acuerdo con la funcionaria federal, quienes creen que el gobierno de López Obrador es adversario a la causa de las mujeres, solo se prestan a la estrategia de “golpe blando promovida por los peores intereses”.
Un disparate de quien después fue expulsada del Gobierno por el propio mandatario.
La historia, los hechos y los propios dichos de López Obrador han confirmado que no solo no es el gobernante “más feminista de la historia”, sino que es ampliamente machista.
Desde pedir a las mujeres que marchan que respeten vidrios y paredes y que marchen “en paz” cuando lo que hacen es protestar por los interminables feminicidios que ocurren en el país hasta eliminar servicios básicos para atención de mujeres en condiciones vulnerables, como estancias infantiles y refugios para atender mujeres violentadas.
En la entrevista que nos concedió Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios, quedó claro que no es prioridad del gobierno federal, ni de muchos estatales, la procuración oportuna de recursos del presupuesto para la atención de mujeres que son víctimas de violencia en sus propios entornos personales.
Por segundo año consecutivo la Secretaría de Gobernación no dispersa los recursos ya etiquetados en el Presupuesto de Egresos de la Federación para este efecto y los refugios y quienes ahí laboran deben hacer, literalmente, malabares y magia para poder atender sus necesidades, que son muchas.
En Hidalgo, aun cuando ya se firmó el convenio entre la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y el refugio en el estado, el recurso correspondiente aún no es dispensado.
Hasta el momento, de acuerdo con la información con que contamos, el gobierno del estado tampoco ha procurado apoyo para este lugar donde llegan mujeres agredidas, golpeadas, con sus hijos e hijas y muchas ocasiones sin la posibilidad de abandonar el entorno violento que las ha absorbido, mucho menos para salir adelante por sí solas.
Además, para cerrar la pinza, apenas la semana pasada el gobierno federal determinó eliminar distintas Normas Oficiales Mexicanas que determinaban un procedimiento mínimo de calidad estandarizado para atender casos como, por ejemplo, cáncer de mama y cáncer cervicouterino, dos de los más mortales para las mujeres en México.
¿Qué tiene el presidente en contra de las mujeres?
Nada personal, es simplemente una educación emanada del más rancio patriarcado que no le permite ver más allá del asistencialismo protector hacia ellas. Y la rala ganancia electoral que ello implica, por supuesto.
“Corazoncito, corazoncitos, corazones”, llamó López Obrador a un grupo de reporteras, al inicio de su gobierno.
Ahí marcó el camino.
PALABRA ES ACCIÓN
El PRI perdió su último gran bastión, histórico lugar cuna de la esencia más grande de ese partido, el Estado de México.
Y en una muestra más de la tendencia actual priista, cuando el gobernador Alfredo del Mazo felicitó a Delfina Gómez por su triunfo, se llevó el acre reproche de la vocera del Comité Ejecutivo Nacional priista, Paloma Sánchez.
“Esto es lo que pasa cuando un gobernador le da la espalda a su partido y opera en contra de él. Pregunta seria:
¿Qué embajada habrá negociado Alfredo del Mazo?”, reclamó la también diputada.
Y así, con esa unidad, se lanzarán a la elección de 2024.
