Gobernar sin la mendaz doctrina lopezobradorista, solo en Hidalgo.
Por: Fernando Hidalgo Vergara
Ocurrió con Hugo López Gatell, el infausto subsecretario de salud quien, por su pedestre lambisconería decidió atender la ideología y no laciencia, lo que sin duda provocó muchas más muertes durante la azarosa pandemia de COVID 19 en nuestro país.
Ocurre con las y los gobernadores de Morena, casi todos, quienes se decantan por la misma enajenación ideológica y la grilla barata para complacer al presidente de la República en cuanta ocurrencia o berrinche despliegue.
Gobernar con el hígado, o con la doctrina demagógica no arroja los mejores resultados para eso que tanto dicen amar y que usan a placer político y llaman “pueblo”.
En Hidalgo, afortunadamente, hemos visto diversas expresiones de que no ocurre así.
Venturosas demostraciones de que la política partidista es una cosa y la administración pública es otra; que para darle resultados a la población se necesita gobernar con apego al Estado de Derecho, a la ciencia y al sentido común, sobre todo.
La frase pronunciada por Julio Menchaca, gobernador del estado de Hidalgo, alienta y alimenta al saber que éste no será un sexenio podrido por la mendaz, falaz y procaz forma de gobernar de sus correligionarios y colegas como Cuauhtémoc Blanco, Cuitláhuac García, Claudia Sheinbaum, Layda Sansores, Alfonso Durazo y varios más.
La pobreza se combate generando riqueza, dijo el gobernador Julio Menchaca, durante la presentación d laestrategia “Hidalgo 2030, Transformación para un Desarrollo Sostenible e Inclusivo”, en el que activó, como plan de gobierno, la integración del Plan Estatal de Desarrollo, donde se plasmaron todos los temas que implican la ruta gubernamental y la relación con la sociedad civil.
“Ese enemigo que se manejó hoy, que es verdadero, que es cierto, que es el enemigo común de las y de los hidalguenses, que es la pobreza, se combate generando riqueza, haciendo que le vaya bien a las personas”, señaló Menchaca Salazar.
Esperanzador, saber que la enajenación discursiva propia de los adeptos al lopezobradorismo, sí se puede combatir con la experiencia y el apego a la legalidad.
Aquí sí, se aprecia, la ley es la ley.