El diputado ex perredista, de la Asociación Parlamentaria Izquierda Liberal en el Congreso de la Ciudad de México, Jorge Gaviño Ambriz y la asociación Todas y Todos por Amor a los Toros, promovieron un juicio de amparo en contra de las fiestas taurinas, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió negar la suspensión definitiva en un juicio de amparo que mantuvo suspendida dicha actividad desde mayo de 2022.
Al resolver el juicio, explicó el legislador, la Corte no fue al fondo del asunto, sino que desestimó la demanda al considerar que la asociación que en su momento promovió el primer amparo, Justicia Justa, carecía de interés legítimo en el asunto al no acreditar una afectación inminente e irreparable que hiciera necesaria le medida cautelar.
Independientemente de la resolución, el juicio para que se decida el fondo del asunto continuará (en principio, la audiencia constitucional está prevista para el 13 de marzo)”, detalló el legislador este lunes.
Señaló que la Constitución federal y de la Ciudad de México reconocen el derecho de los animales, como seres sintientes, a tener una muerte digna, inclusive aquellos que son sacrificados, lo que implica que tiene que ser un acto instantáneo, indoloro y sin agonía, “todo lo contrario de lo que ocurre en una plaza de toros”.
Gaviño Ambriz explicó que este día acudió al Poder Judicial de la Federación para acompañar a la Asociación Civil #TodasYTodosPorAmorALosToros, que promovió un juicio de amparo con la finalidad detener las corridas de toros en la Ciudad de México.
“Agotaremos todos los recursos legales que sean necesarios”.
En consecuencia, agregó, es inconstitucional toda ley secundaria que haga una distinción para exceptuar que los toros se sacrifiquen de otra manera.
“Ese es el fondo del asunto sobre el que se debe pronunciar la Corte”, señaló.
Tamara Miranda, presidenta de la asociación Todas y Todos por Amor a los Toros, expuso que el objeto jurídico de la agrupación es la protección de este animal en específico, y así se señala en el juicio para no dar lugar nuevamente a que una vez que el asunto llegue a la Corte se desestime la demanda por no tener acreditado un interés legitimo.