- Tania Meza destacó que con los gobiernos de izquierda se garantizan los derechos humanos de este sector.
Osvaldo Aréchiga
Tania Meza Escorza, candidata a diputada local por el Distrito XII de Pachuca de la coalición “Sigamos Haciendo Historia en Hidalgo”, recordó este 1 de mayo que los movimientos obreros son un pilar fundamental de los gobiernos de izquierda.
Meza afirmó que estos movimientos han luchado por la defensa de sus derechos laborales y han entendido que sólo con los gobiernos de izquierda pueden garantizarse los derechos humanos y laborales de las personas trabajadoras.
“Con la llegada de la Revolución Industrial vinieron grandes beneficios para la humanidad y en la historia mundial estos han sido la respuesta a las precarias condiciones de trabajo a las que se ha visto sometida la clase trabajadora en diferentes regímenes”, mencionó.
En México, dijo, la lucha por los derechos laborales también tuvo un papel fundamental en la Revolución Mexicana, ya que la Constitución de 1917 incluyó avances en derechos sociales con la jornada laboral de 8 horas, el derecho al descanso, la seguridad e higiene en el trabajo y la prohibición del trabajo infantil.
Asimismo, la candidata de Morena y Nueva Alianza declaró que actualmente, se mantiene en pausa la reforma que busca que las y los trabajadores laboren 40 horas a la semana y no 48, por lo que en caso de ser aprobada por la Cámara de Diputados y Senadores el artículo 123 sería modificado.
En ese sentido, añadió que el 1 de mayo representa una fecha para recordar que la lucha por mejores condiciones laborales no tiene vigencia, además que cada meta alcanzada es consecuencia del esfuerzo colectivo del movimiento obrero.
En 1886, una serie de protestas por la jornada laboral de 8 horas desembocó en la Revuelta de Haymarket, en Estados Unidos, la cual fue violentamente reprimida por la policía de la ciudad con la complicidad de los dueños de las fábricas.
Las y los trabajadores se defendieron contraatacando a la policía, pero a raíz de estos hechos, cinco líderes sindicalistas fueron condenados a muerte y se convirtieron en los Mártires de Chicago.
En homenaje a ellos, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional instituyó el 1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores en 1889 y es recordada en más de 80 países como un símbolo de la lucha por la justicia social y la reivindicación de los derechos laborales.