En un reciente informe publicado por el Centro para Contrarrestar el Odio Digital (CCDH), se destaca una preocupante evolución en la desinformación sobre el cambio climático en YouTube.
A medida que la evidencia de desastres relacionados con el clima se hace más evidente, los creadores de contenido desinformativo han cambiado su enfoque, centrándose ahora en tergiversar los beneficios de la energía limpia.
Históricamente, la desinformación climática en YouTube negaba la existencia del cambio climático o su vinculación con la actividad humana.
Sin embargo, según el análisis del CCDH, este escenario ha cambiado drásticamente. El 70% del contenido de negación climática en YouTube en 2023 se centra en distorsionar los beneficios de la energía limpia, atacar políticas anticontaminación y difamar a científicos y defensores del cambio climático.
Este tipo de “nueva negación” ha experimentado un aumento significativo, representando un 70% del contenido de negación climática en comparación con el 35% en 2018. Los mensajes engañosos ahora se enfocan en desacreditar soluciones climáticas efectivas, cuestionar la confiabilidad de la ciencia que las respalda y minimizar los impactos dañinos del calentamiento global.
El informe señala casos como el del experto canadiense Jordan Peterson, quien, en un video de 2022, argumenta en contra de medidas ambientales, asociándolas con empobrecimiento y aumento de precios.
Estos mensajes contradicen la abrumadora evidencia de que las emisiones de combustibles fósiles causan el cambio climático y subrayan la importancia de la transición a energías limpias.
El CCDH destaca la responsabilidad de las plataformas digitales, particularmente Google y YouTube, al señalar que la publicidad en contenido de negación climática contradice las políticas establecidas.
Los investigadores encontraron anuncios en videos de este tipo, lo que refleja una contradicción con la política de Google que prohíbe la monetización de contenido que niega el consenso científico sobre el cambio climático.
Google respondió afirmando permitir el debate sobre temas climáticos, pero indicó que, cuando el contenido cruza la línea de negación del cambio climático, se detiene la muestra de anuncios.
Aunque algunos anuncios fueron retirados, la mayoría cumplía con las políticas, según la compañía.
La nueva táctica de negación climática, centrada en atacar la energía limpia, plantea preocupaciones sobre su impacto en la percepción de los jóvenes espectadores.
Dada la influencia masiva de plataformas como YouTube, la llamada es clara: las redes sociales deben dejar de amplificar la negación climática y asumir un papel más proactivo en la lucha contra la desinformación que amenaza la acción climática global.