La construcción de nuestras cotidianas decisiones

La construcción de nuestras cotidianas decisiones

Por: Gerardo Fuentes Cano

Las consecuencias de las decisiones que se tomen a lo largo de la vida, de alguna manera repercuten en nuestra actualidad diaria.

Así se dispone desde las telenovelas pedorras que vemos en la televisión o, como nuestros abuelos solían llamarla, la caja idiota, hasta en los Best sellers que nos encontramos en las librerias.

Con diálogos como “primero me cogiste como diablo y después me enamoraste”, la protagonista debería de haberse dado cuenta que este cabrón que la hizo firmar un contrato para poder llevarla a la cama y follarla hasta cansarse, no iba a cambiar “nuncamente ni jamasmente”, los ojos con la que la veía a su acompañante.

Sin embargo, estaremos de acuerdo que la protagonista en comento está a expensas y supeditada a lo que le diga su escritora, e inmediatamente después su editora, para que esta novela pueda llegar a ser redituable económicamente, llamémosle, un Best seller.

Y, en efecto, lo es.

Porque existen estudios de mercado en donde la mayoría de las personas esperan una versión romantizada de casi cualquier problema que se les presenta, en donde todo se arregla siendo pendeja y/o pendejo y dejarse llevar por lo que los escritores llaman destino.

Hemos trascendido de la imagen; lo que antes veiamos, cantábamos y bailabamos con películas producidas por “Disney” donde el mensaje principal era “podías conseguir todo a través de un pensamiento magico, donde un príncipe valiente, gallardo venía a salvarte de un temible dragón (familia) y llevándote a vivir a su castillo con su familia.

Pero lo que esta pendeja no sabía que se escapaba de un dragón, que por lo menos estaban al pendiente de ella, y se iba con un dragón peor (suegra) que la iba a tratar aún peor que en su propio castillo.

Pero eso si, tuvo el valor de salir de su castillo para meterse en un calabozo, sin derechos y si, con un chingo de obligaciones.

Pues bien, saltamos hacia el texto, la palabra impresa, y gracias a esos estudios de mercado rebotamos en las mismas chingaderas.

¡Ah! pero eso si, ya empezamos a ser un país de lectores, valientes y orgullosos lectores, la misma chingadera que nos transmiten en la “caja loca”, nos lo dan menos digerido pero ahora en papel con arial número 12, para que no se canse la vista.

Y con estas decisiones vamos a tener lidiar todos los días.

Estamos completamente jodidos.

Acerca del autor.

Gerardo Fuentes Cano es psicólogo social, egresado de la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo.

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