Por In dubio pro Legis
Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
Hace exactamente un mes, previo a la sesión ordinaria de la LXV Legislatura del Congreso local, integrantes de lo que fue la bancada priista ofrecieron una conferencia de prensa en la sede estatal del partido, su última aparición en ese edificio.
Ahí, el coordinador de los expriistas, Julio Manuel Valera Piedras, afirmó que mantendría su figura de presidente de la Junta de Gobierno del Congreso local, pese a haber renunciado a su militancia partidista y por lo tanto a su fracción legislativa.
De acuerdo con la Ley del Poder Legislativo, el artículo 98, relativo a quién presidirá la Junta de Gobierno, menciona que “La Presidencia de la Junta será ejercida, en forma alternada y para cada año legislativo, por los Coordinadores de los tres Grupos Legislativos que cuenten con el mayor número de diputados.
El orden anual para presidir este Órgano será en los términos y condiciones que acuerde la mayoría de la Junta de Gobierno”.
Luego entonces, según la normativa vigente, Valera Piedras no debía mantener la Presidencia de la Junta de Gobierno, toda vez que, al declararse independiente, no pertenece a ningún Grupo Legislativo.
En el artículo 94, se señala que “los Diputados que dejen de pertenecer a un Grupo Legislativo y que no se integren a otro existente, se considerarán como Diputados independientes y se les reconocerá en lo individual para que puedan desempeñar sus funciones de representación popular”.
Sin embargo, ocurrió una interpretación de la Ley Orgánica en extremo positiva, digamos, en una metáfora jurídica –carente de literalidad– un “in dubio pro reo” legislativo, el Pleno del Congreso aprobó el criterio de que la Ley Orgánica contempla que los acuerdos parlamentarios de todas las fuerzas políticas son los que rigen la vida interna del Congreso, por lo tanto, los disidentes tricolores se mantendrían como segunda fuerza y su coordinador como presidente de la Junta de Gobierno.
Afortunadamente, en aras de la pulcritud legislativa que debería primar en la sede del Poder Legislativo, estas interpretaciones flexibles, por decir lo menos, serán ya reguladas.
Los integrantes de la Junta de Gobierno presentaron, en la más reciente sesión ordinaria, una iniciativa que ya contempla la “Diputación Independiente”, que consiste en la Diputada o Diputado que emana de una contienda electoral y haya solicitado su registro ante la autoridad competente con el carácter de independiente.
Se conformará, además, la Junta de Coordinación Política, como el órgano rector integrado por las y los diputados titulares de la coordinación de cada uno de los grupos legislativos representados en el Congreso; del Presidente de la Directiva en turno; las diputadas y diputados de las Representaciones Partidistas y diputados Independientes.
Legalizar lo que se…”flexibilizó” y que en un ejercicio de autocrítica supieron que estuvo mal.
Se conformará, al aprobarse la iniciativa, la Junta de Coordinación Política, como el órgano rector integrado por las y los diputados titulares de la coordinación de cada uno de los grupos legislativos representados en el Congreso; del Presidente de la Directiva en turno; las diputadas y diputados de las Representaciones Partidistas y diputados Independientes.
Hubo una ocasión en que alguien, cuya limpieza legislativa quedó de manifiesto en su paso como congresista, pronunció la frase “si no les gusta la ley, refórmenla, pero no la violen”.
