Organizaciones ambientales nacionales e internacionales pidieron respetar la decisión popular.
La asociación internacional Greenpeace y diversos colectivos locales de Hidalgo fijaron postura tras los resultados de la consulta ciudadana realizada el pasado domingo 14 de diciembre en los municipios de Tlaxcoapan, Atitalaquia y Tula de Allende, donde la población expresó su rechazo al proyecto del Parque Ecológico y de Reciclaje en la zona Tula-Tepeji.
A través de un pronunciamiento público, Greenpeace señaló que “hablaron las comunidades” y celebró que, luego de una manifestación pacífica y de un ejercicio organizado por el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH), el 63 por ciento de los votos reflejara el rechazo social al proyecto federal.
La organización ambiental advirtió que el parque, lejos de resolver los problemas de manejo de residuos, podría agravar los flujos de basura y contaminantes en una región que por décadas ha enfrentado una fuerte presión socioambiental.
En ese sentido, subrayó que la decisión popular debe ser plenamente respetada por las autoridades.
Greenpeace enfatizó que el bienestar de las comunidades, el derecho a la salud y el derecho a un medio ambiente sano deben colocarse como ejes centrales de la política pública, no solo en Hidalgo, sino en cualquier región del país donde se impulsen proyectos de esta naturaleza.

En el ámbito local, colectivos y organizaciones comunitarias de Hidalgo difundieron un posicionamiento conjunto bajo el mensaje “Hoy ganó el pueblo”, en el que reconocieron la participación ciudadana y el rechazo al parque como un acto de defensa del territorio, la salud y la vida.
Los colectivos agradecieron a mujeres, hombres, jóvenes y personas adultas mayores que participaron en la consulta, así como a quienes se movilizaron, informaron y alzaron la voz en defensa de sus comunidades. Destacaron que la decisión tomada es resultado de un pueblo informado y organizado.
Asimismo, señalaron que el rechazo al proyecto implica también un compromiso colectivo: presentar propuestas serias, sustentables y viables para el manejo adecuado de los residuos y la protección del medio ambiente, construidas con la participación directa de las comunidades.
Finalmente, los colectivos locales coincidieron con Greenpeace en que decir “no” a un proyecto considerado dañino debe traducirse en un “sí” a soluciones consensuadas, que protejan la tierra, el entorno y los derechos de quienes habitan la región Tula-Tepeji.



