Mediador Estratégico. “La comunicación es el fundamento de la acción social coordinada”.
Por: Daniel Zárate Ramírez
Cuando pienso en la carrera de comunicación, me viene a la mente una profesión que, aunque hoy es pilar de la sociedad, no siempre tuvo el reconocimiento que merece.
En sus inicios, en México y en nuestro estado de Hidalgo, los comunicólogos enfrentábamos un panorama lleno de escepticismo: nos veían como camarógrafos, fotógrafos, redactores o locutores, sin un lugar definido en el mundo laboral, y el emprendimiento era básicamente hacer videos y fotos para fiestas.
Abrir brecha fue un desafío, pues las empresas y las instituciones apenas comenzaban a entender el valor estratégico de la comunicación y los empíricos desacreditaban todo esfuerzo de las instituciones que impartían la carrera.
Hoy, esta asignatura es un motor de cambio, capaz de moldear percepciones, conectar comunidades y gestionar crisis en un mundo hiperconectado.
A menudo reflexiono sobre cómo muchos padres desaconsejaron a sus hijos con respecto a estudiar comunicación, en mi etapa como docente, me tocó escuchar a muchos que aseguraban que eran muy reducidas las oportunidades laborales.
En la actualidad, la carrera es una de las más demandadas y dinámicas del mundo, especialmente con el auge de las redes sociales, que han transformado la forma en que las marcas, los gobiernos y las personas interactúan.
Los comunicólogos de hoy, son ahora estrategas digitales, creadores de contenido y analistas de tendencias, navegando un entorno donde la inmediatez y la precisión son clave.
Esta relevancia ha convertido a la comunicación en una profesión vibrante, aunque, con cierta sensibilidad, debemos reconocer que también puede ser compleja debido a los desafíos éticos y las presiones que enfrentan quienes trabajan en contextos sensibles, como el periodismo investigativo o la gestión de crisis, especialidades muy socorridas en laactualidad.
En nuestro país, la carrera de comunicación desde su nacimiento, adoptó diversos nombres que reflejan sus múltiples enfoques. En mi alma mater la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), se ofrecen la Licenciatura en Comunicación Corporativa Estratégica y la Licenciatura en Comunicación e Información, antes llamadas Comunicación Organizacional y -la original-Medios Masivos de Comunicación, que destacan por formar profesionales en gestión organizacional y producción de contenidos.
En nuestra ciudad, Pachuca, las instituciones decanas en impartir esta carrera (una privada y una pública) las enfocaron en áreas como periodismo, producción audiovisual, cultural, organizacional y relaciones públicas, con proyectos transmediáticos y responsabilidad social.
Estos nombres reflejan la versatilidad de la profesión, que abarca desde el análisis de medios hasta la creación de narrativas globales. Como señala Marshall McLuhan, “el medio es el mensaje”, una idea que subraya cómo los comunicólogos no solo transmiten información, sino que dan forma a la manera en que el mundo la percibe.
Con el tiempo aprendí que el profesionista de la comunicación es un administrador de información y no un censor. Nuestra labor consiste en organizar, contextualizar y difundir mensajes con un compromiso ético hacia la verdad y la responsabilidad.
Lejos de restringir el flujo informativo, el comunicólogo defiende la transparencia y la calidad profesional, asegurando que la información sea un puente para el entendimiento y no un arma de manipulación.
En un entorno saturado de datos, este rol es crucial para filtrar el ruido y promover narrativas que informen con rigor y respeto, siempre alineadas con los principios de una comunicación responsable.
El comunicólogo es un arquitecto de puentes: diseña estrategias para empresas, narra historias que inspiran, o destapa verdades como periodista. Sin embargo, los pioneros de esta carrera en México enfrentan la dificultad de demostrar su relevancia en un mercado que priorizaba profesiones tradicionales. Con el auge de las redes sociales y la globalización, su rol se volvió indispensable, pero el camino no fue fácil. Jürgen Habermas, al hablar de la esfera pública, destacó que “la comunicación es el fundamento de la acción social coordinada”, una verdad que los comunicólogos han consolidado al posicionarse como agentes de cambio en organizaciones y medios.
Hoy, ser comunicólogo es ser un estratega, un creador y un crítico, pero como se ha visto en los últimos días, no falta quien distorsione el mensaje para buscar beneficios.
En todos lados esta carrera ha demostrado que no solo informa, sino que transforma. Su evolución refleja el esfuerzo de quienes creyeron en su potencial, convirtiéndola en una herramienta clave para construir un mundo más conectado y consciente. @DanielZarate70