En Códice

En Códice

Verdad Ilusoria. “Repite tu mensaje hasta que no haya dudas”.


Por Daniel Zárate Ramírez.

Todo mundo conoce al autor de esta frase patentada en Alemania, mostrando cómo la comunicación, bien dirigida, puede torcer la realidad. 

Como alguien que se detiene a mirar las palabras y su peso, asombra el poder de la repetición para convertir sombras en certezas. Tres momentos del pasado, cargados de ecos, lo prueban. En un régimen que marcó Europa entre los 30 y los 40, la propaganda fue un arma letal. 

“Controla la narrativa, y controlarás las mentes”, decía uno de sus estrategas. Con discursos que ardían, carteles en cada esquina y filmes que señalaban a un grupo como la raíz de todos los males, se repitió un relato cruel. 

Los medios, al unísono, grabaron esa idea en millones, allanando el camino a horrores que hoy, con datos de museos, nos estremecen. 

La repetición no solo engañó; justificó lo impensable. Más allá, en un vasto poder del siglo pasado, otro lema resonaba: “La verdad es lo que todos deben creer”. 

La prensa alababa un sistema “perfecto”, el cine pintaba un líder infalible, las escuelas repetían el guion. Las penurias, los silencios forzados, los campos ocultos no entraban en la historia oficial.

Cuando los archivos se abrieron, mostraron una verdad enterrada bajo años de repetición. Y luego, en la segunda mitad del siglo, dos rivales globales chocaron en una guerra de ideas. 

Repite tu mensaje hasta que no haya dudas”, aconsejaba un manual de uno de los bandos. Cada lado acusaba al otro de ser la amenaza, amplificando temores en radios y titulares. 

Documentos desclasificados, años después, revelaron cómo esas narrativas moldearon más que los hechos. Hoy, las redes sociales aceleran ese juego. 

Ya lo decían Simon y Garfunkel en su tema “The Boxer”,‘Todo es mentira y bromas, aun así, un hombre escucha lo que quiere escuchar y descarta el resto”.

En Psicología, la verdad ilusoria es la tendencia de las personas a creer en algo que es falso después de haber escuchado una aseveración en varias ocasiones, situación que se consigue, gracias al famoso “principio de orquestación” multi requerido en la actualidad por especialistas de la información y publicidad en todo el mundo.

Las mentiras corren, y la repetición las viste de verdad. 

Los receptores, los que escuchan, deben parar, dudar, buscar. Porque la historia, con sus lecciones, murmura: no todo lo que se repite es cierto. @DanielZarate70

administrator

Noticias Relacionadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *