Traslape Impositivo
“Cuando hay exceso de mensajes, hay exceso de interpretaciones.“
Por Daniel Zárate Ramírez
En comunicación hay un fenómeno que casi nunca se comenta, pero que todos hemos padecido: el traslape impositivo.
Surgido del traslape comunicacional ocurre cuando distintos mensajes sobre un mismo tema circulan al mismo tiempo, sin coordinación, y terminan imponiendo al receptor la carga de descifrar, comparar y hasta reconciliar versiones que nunca debieron estar en conflicto.
El origen es sencillo: si cada emisor lanza su mensaje por separado, sin cuidar el momento ni el tono, lo que llega al destinatario no es claridad, sino ruido.
Y ese ruido se convierte en un innecesario esfuerzo cognitivo. El receptor debe procesar más de lo que le correspondía porque las voces que debían ser una sola terminaron encimadas.
Ejemplos hay muchos: dos áreas de una misma organización que envían comunicados distintos sobre el mismo asunto; una marca que maneja un discurso en redes sociales y otro diferente en conferencias de prensa; incluso una familia donde cada integrante transmite su versión de un mismo acontecimiento.
En todos los casos, el receptor recibe más de un mensaje para un mismo hecho, y la carga de ordenar ese caos recae en él.
Ese traslape impositivo no es visible en estadísticas, pero sí en la experiencia cotidiana. Lo notamos cuando nos sentimos agotados de “interpretar” en lugar de simplemente entender; cuando la abundancia de mensajes se transforma en saturación y en trabajo extra para descifrar lo esencial.
El gran riesgo está en normalizarlo, en asumir que la gente “ya sabrá acomodar” los mensajes. Pero cada traslape comunicacional no resuelto se traduce menos confianza, menos claridad y más desgaste para quienes reciben.
Y ese costo, aunque intangible, termina marcando la relación entre emisores y receptores.
La conclusión es clara: comunicar no es solo hablar o escribir, también es coordinarse para que el receptor no tenga que pagar la factura de la desorganización. El traslape comunicacional puede enriquecer si se diseña con intención, pero cuando se desborda sin control se convierte en un traslape impositivo, un cobro en tiempo y en atención que el público nunca pidió asumir. @DanielZarate70