Suponiendo…sin conceder 

Suponiendo…sin conceder 

El vagón del metro y el machismo 

Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara

Infinidad de cuentas en redes sociales de hombres, famosos e incógnitos,  se regodearon con la imagen de un hombre que era asediado por multitud de mujeres en un vagón del metro en la capital del país.

Mujeres que, aprovechando la circunstancia, propiciaron un  “ataque” o “acoso”  a un usuario extranjero dentro del vagón exclusivo para mujeres, ese en el que se supone que deben estar a salvo de cualquier expresión de violencia.

Así le pasó a un extranjero que usó el Metro y al no saber de la dinámica de los vagones exclusivos para mujeres, se convirtió en una “víctima” del acoso que suelen experimentar las pasajeras de este transporte, solo que en esta ocasión el hombre recibió los comentarios que hablaron de su aspecto físico.

Ante ello, no faltaron hombres que, en la insensata avidez de echarle la culpa al movimiento feminista, se dijeron también víctimas de la “desigualdad” entre hombres y mujeres.

Hágame el favor. 

Las usuarias del vagón le gritaron una serie de piropos al joven que invadió el vagón exclusivo

El hecho en que un hombre era “acosado” por un grupo de mujeres fue propicio para que, en un despliegue machista fortísimo en redes sociales; los hombres se dijeran vulnerados en iguales dimensiones que las mujeres en ese mismo espacio de seguridad creado para protegerles de violencia machista.

No convalidaron la diferencia brutal de hombres que atacan mujeres y las asesinan con impunidad, con que simplemente son objeto de escarnio y burlas por “acosar” a un hombre que jamás perdió su estatus de seguridad como tantas mujeres que son atacadas y asesinadas por hombres que pertenecían a su entorno familiar y de amistad.

Un hombre, rubio y barbado, que fue asediado por mujeres que sintieron valor para acosarlo sin poner en riesgo su seguridad en lo más mínimo, dio oportunidad a los grupos más radicales del machismo para sentirse igualmente acosados. 

El machismo actúa de forma inmediata cuando por alguna razón pretende igualar un acto de acoso con una simple circunstancia en la que la integridad de un hombre se equipará con la vida de una mujer. 

Sobra decir que el sujeto en cuestión no fue golpeado, violado, perseguido ni mucho menos asesinado durante su riesgosa travesía en un vagón lleno de mujeres.

administrator

Noticias Relacionadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *