Por LA PERSECUCIÓN POLITICA A CAROLINA VIGGIANO
Después de escuchar un video que publicó en sus redes sociales la senadora priista Carolina Viggiano, deja muchas más dudas que aciertos, ya que expresa que la solicitud hecha por el procurador Francisco Fernández de comparecer por las declaraciones vertidas por la legisladora en el Podcast de Los Hijos del Pueblo “se trata de un uso faccioso de la Procuraduría para acosarme porque soy opositora”. La pregunta es ¿de qué se le podría acosar? ¿Qué peso cree tener como para pensar que el gobierno la acosa? Su primer golpe de realidad fue hace 3 años,con demoledor 2 a 1 en las urnas que le dieron el lugar que merece el PRI y sus exceso.
Una elección después, poniendo una red de protección para asegurar su escaño en el Senado, quiso competir y una vez más ni las manos metió, sucumbió ante su opositora Simey Olvera.
Tal vez se puede acosar a un perfil que en realidad represente un riesgo para el poder, pero en este momento no existe absolutamente ningún miembro del PRI que represente el mínimo problema, ni riesgo en todos los sentidos, solo la soberbia de pensar que aún son poderosos los tiene en la lona.
Una cosa es ser bravucón como lo es Alejandro Moreno, que grita, manotea, y empuja a sus iguales en la Cámara de Senadores y otra muy distinta ser un opositor real y competente. Gritar como lo hace “Alito” no significa ser un combativo opositor, significa ser una persona sin escrúpulos, un caprichoso mecha cortaque quiere tener la razón a como dé lugar.
En el caso de Viggiano por muchas décadas estuvo en el lugar de la toma de decisiones, como diputada local, como las 3 veces que ha sido diputada federal, como secretaria de gabinete, como mujer activa del PRI en Hidalgo, como directora de CONAFE, hasta llegar a ser la secretaria General del CEN del PRI y tampoco es que haya mostrado una sobrada capacidad; todo es subjetivo, contado por ella ha sido una mujer de resultados, en la realidad el pueblo hidalguense le regresó lo que ella ha dado a Hidalgo en las dos últimas elecciones.
Ese discurso provocador de “pónganse a trabajar” es el mismo artilugio barato que cacarea Alejandro Moreno, y es el mismo que utilizó el disminuido presidente del PRI estatal Marco Mendoza al referirse a un periodista de la sierra hidalguense.
¿Pues qué piensan, que ustedes inventaron el trabajo? No hagan el ridículo más de lo que ya lo han hecho. Ojalá y hubieran aprovechado las oportunidades que han tenido por décadas y no sentirse piezas labradas a mano.
La realidad los alcanzó y hoy ocupan el lugar que merecen. Nadie confía en su palabra ni en su “trabajo” y muchos liderazgos priistas prefieren dar un paso a un costado por la falta de capacidad de diálogo y resultados. Hoy el PRI está disminuido a nada curiosamente a partir de la dirigencia nacional y estatal. En pocas palabras, pónganse a trabajar para ver si pueden hacer un mediano trabajo con lo que queda de su partido.
