El PRI cumple 94 años, con la peor dirigencia de su historia

El PRI cumple 94 años, con la peor dirigencia de su historia

El organismo político cimentó la historia moderna de México, con mano dura y fama de corrupción

Editorial Central MX.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) cumple, hoy, 94 años de existencia.

Dentro del espectro político, es considerado como un partido político mexicano de centroderecha.

Fue fundado el 4 de marzo de 1929 bajo el nombre de Partido Nacional Revolucionario (PNR) por el entonces presidente, Plutarco Elías Calles.

En 1938 fue reconstituido como Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y finalmente, en 1946 fue refundado y adoptó su nombre actual.

Fue el partido gobernante en México durante setenta años consecutivos, de 1930 a 2000.

Los escándalos de corrupción han acompañado al PRI, sin embargo, se acrecentaron exponencialmente a partir de los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo.

En esa tríada presidencial, ocurrieron los episodios de represión más graves en la historia moderna de México.

Las matanzas de Tlatelolco, en 1968 y del Jueves de Corpus en 1971 aherrojaron la historia priista a la represión y el autoritarismo de forma permanente.

En la actualidad, funcionarios ligados a ese priismo, en que iniciaron sus carreras políticas, se mantienen vigentes en el gobierno federal, como Ignacio Ovalle y Manuel Bartlett.

El 2 de julio del año 2000, el PRI y su candidato, Francisco Labastida Ochoa, perdieron su primera elección presidencial desde 1929.

El ganador fue el panista Vicente Fox Quezada, quien encabezó la Alianza por el Cambio (PAN-PVEM).

Seis años después, en las elecciones presidenciales de 2006, el candidato priista a la elección fue el tabasqueño Roberto Madrazo Pintado, exgobernador de su estado y salpicado por escándalos de corrupción.

En la elección del 2 de julio de 2006 el PRI sufrió su más grave crisis política al perder por segunda ocasión consecutiva la Presidencia de la República.

Cayó hasta el tercer lugar en la preferencia electoral con solamente 9.3 millones de votos.

Madrazo Pintado no fue capaz de ganar en ningún estado del país, pese a tener gobernadores en 17 entidades.

Segunda oportunidad, dilapidada

El 30 de agosto de 2012, el priista, egresado del célebre Grupo Atlacomulco, Enrique Peña Nieto, fue declarado presidente electo de México por unanimidad de los siete integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Luego de considerar infundada la apelación que el Movimiento Progresista, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, presentó para la anulación de dichas elecciones, así como también por la mayoría de votos por el candidato priista, el PRI recibió una segunda oportunidad, 12 años después , de recuperar la Presidencia de la República.

El día 31 de agosto de 2012, a las 17:00 horas se entregó la constancia de mayoría de votos a Peña Nieto, para fungir como presidente de México del 1 de diciembre de 2012 al 30 de noviembre de 2018.

Escandalosa corrupción

La corrupción fue el sello indeleble de la administración de Peña Nieto.

En la última Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental publicada durante su gobierno, divulgada el 25 de mayo de 2016, reveló que el 52.4% de los ciudadanos percibía que la corrupción era muy frecuente en el gobierno, en comparación al 42.9% que lo había expresado dos años antes.

La “Casa Blanca”, la debacle

El caso que marcó la administración de Peña Nieto, fue el llamado “Casa Blanca”, fue el pináculo de los excesos y el inicio de la debacle del sexenio peñista.

En noviembre de 2014, una investigación periodística revelada por varios medios, como Proceso, Aristegui Noticias y otros, reveló que la entonces primera dama, Angélica Rivera Hurtado, había comprado una casa de siete millones de dólares, en una lujosa zona residencial de la capital mexicana.

La casa fue comprada al empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de grupo Higa, un contratista del gobierno ligado a Peña Nieto.

La “Estafa Maestra”, corrupta impunidad

Otra investigación periodística reveló que entre los años 2013 y 2014, al menos 11 dependencias desviaron dinero público a través de 186 empresas irregulares a las que se otorgaron contratos ilegales.

De éstas, al menos, 128 empresas son fantasma, es decir, fachadas inexistentes que facilitaron el desvío de los recursos públicos.

El fraude, que alcanzó a funcionarios de todos los niveles en la administración del priista, se tasó, de acuerdo con cálculos periodísticos y de políticos de oposición, en 192 millones de dólares.

La actual dirigencia, ineptitud absoluta

El antropólogo y escritor francés Antoine Galland, el primer traductor europeo de Las mil y una noches, se basó, para tan colosal trabajo, en el manuscrito más antiguo de los siglos XIV-XV, en el que no aparecía la “Historia de Aladino”, la cual conocería después a través de un relato oral y la incluirá en su recopilación, en cuya postrer definición destacó como “Carente del moralismo de versiones posteriores, se convierte en una “novela de aprendizaje”, una obra maestra de la literatura de ficción, como la describe el filólogo español Luis Alberto de Cuenca, en el prólogo de la conocida historia.

Sin ninguna pretensión lingüística  ni mucho menos literaria, otro ilustre hacedor de frases célebres, el mexicano y potosino Gonzálo Nepomuceno Santos, definió a la moral, de la cual se carece en los mismos entuertos que unen a estos personajes tan disímbolos, como “un árbol que da moras, y sirve para una chingada”.

Bajo esa ingente premisa se ha conducido el priismo, corriente ideológica y política predominante en México durante la mayor parte de su historia, cuyo resurgimiento, no como partido sino como precaria y procaz forma de conducirse, implica a los priistas a pelear por los despojos del gran palacio que fue una vez lo que hoy, en ruinas, se empeñan en desaparecer.

Baste ver cómo su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, quien, como el personaje central de la atrevida alegoría aquí presentada, pasó de ser humilde y decente, a un saqueador más, se ha conducido desde que descolló en la política nacional partidista. 

Esta historia de depredación tiene sentido y apreciaciones en Hidalgo, no solo porque, en el binomio que encabeza al partido, una mitad es natural de estas tierras, sino por el gran número de protagonistas del entuerto tricolor.

Luego de la chicanada estatutaria que fraguó la dirigencia nacional, encabezada por el propio Moreno Cárdenas y la hidalguense Carolina VIggiano, personajes de la política hidalguense reprocharon de manera pública el proceder falaz y marrullero del CEN priista. 

Miguel Osorio Chong y Nuvia Mayorga, senadores, recriminaron entonces no solo la falta de palabra de Moreno Cárdenas sino su inmoral madruguete con el que validó una trampa más para quedarse más tiempo al frente de la dirigencia nacional.

La guerra por los despojos continúa.

El actual PRI Nacional no conoce la victoria.

El deshonroso récord de Alito Moreno: 10 gubernaturas perdidas para el PRI en dos años

La actual dirigencia nacional del PRI, encabezada por Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, tomó el mando del Revolucionario Institucional cuando gobernaba 11 estados: Sonora, Sinaloa, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México, Colima, Oaxaca y Campeche. 

La secretaria general, la hidalguense Carolina Viggiano, contendió como abanderada de PAN, PRI y PRD, no pudo mantener Hidalgo, donde perdió con diferencia de más de 300 mil votos.

Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano se perfilan para ser la peor dirigencia de la historia del PRI, con la pérdida de ocho de los 14 estados que tenía cuando recibió el cargo, en agosto de 2019, y que se sumaron las de Hidalgo y Oaxaca.

En 2023, el PRI buscará retener dos estados, en caso de no lograrlo, el récord negativo se incrementará.

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