Zorayda Robles Barrera, presidenta municipal de Apan.
Hay alcaldesas que gobiernan con planeación, y otras que confunden el Cabildo con su grupo de WhatsApp. Zorayda Robles Barrera, presidenta municipal de Apan, parece pertenecer a la segunda categoría: convocó una sesión extraordinaria sin respetar el plazo mínimo de 24 horas que marca el reglamento, omitió turnar la Ley de Ingresos a la Comisión de Hacienda y, de paso, negó documentación a una regidora.
El Tribunal Electoral de Hidalgo ya tuvo que recordarle lo básico: los tiempos y los procedimientos también son leyes, no caprichos.
No revocaron sus acuerdos —porque fueron aprobados por mayoría—, pero el jalón de orejas quedó claro: la presidenta deberá entregar los documentos y respetar las reglas, o enfrentará sanciones.
Lo de Apan ya no es novedad: es el retrato de un estilo de gobernar improvisado, donde la legalidad estorba y el reglamento se vuelve papel mojado.


