El Correo de las Brujas 

El Correo de las Brujas 

🧙🏻‍♀️ Esteban Rodríguez, extraviado en el tiempo y la ignorancia 

🧙🏻‍♀️ La UAEH parte al IDA

🧙🏻‍♀️ El beso presidencial, sacrosanta lambisconería. 


🧙🏻‍♀️ Esteban Rodríguez, extraviado en el tiempo y la ignorancia 

El líder estudiantil de la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo actúa como si fuese uno de esos diputados perdidos en la soberbia y en la ignorancia, que abundan, pero sin serlo siquiera.

Sobrado, se atrevió a alegar “persecución política”, como si fuese él mismo un político y además, para acabarla de amolar, perseguido.

Como aquellos y aquellas que se dicen “rebeldes” en redes sociales, abaratando un concepto muy por encima de sus egocéntricas publicaciones, el joven líder estudiantil se da una importancia que está a años luz de ostentar.

No es un perseguido político, por supuesto, es un joven atrasado en el tiempo que está procesado porque agredió a estudiantes y por ello tendrá que enfrentar a la justicia penal

Nada más. 


🧙🏻‍♀️ La UAEH parte al IDA

En una muestra más del catálogo de arbitrariedades e insensateces, el rector de la UAEH decidió unilateralmente reiniciar clases del Instituto de Artes no solo fuera de sus instalaciones, sino utilizando el emblemático Edificio Central, el mismo donde los alumnos fueron golpeados por integrantes del cuerpo de “Protección Universitaria”, un grupo de choque integrado, entre otros, por exalumnos porros.

Además, ignoró a quienes sostienen el paro en espera de negociación y de que se cumplan acuerdos inicialmente tomados, como la renuncia del líder estudiantil, Esteban Rodríguez.

Resulta una farsa, un drama que degenera en comedia, el teatro montado por la UAEH para evadir sus responsabilidades académicas y, peor, legales. 


🧙🏻‍♀️ El beso presidencial, sacrosanta lambisconería. 

No dejó de ser tema público el tremendo beso que propinó, sin previo aviso, el presidente de la República a una diputada federal de Morena, de quien obviaremos el nombre por respeto a su persona.

El presidente más feminista de la historia prensó con ambas manos el rostro de la joven legisladora y le plantó un beso en la mitad de la mejilla, invadiendo la frontera de sus labios.  Sin que mostrara molestia alguna, la legisladora respondió con un “lo amamos, presi”.

El escándalo desató en las redes no sólo por el acto abusivo sino, otra vez, por la febril y apasionada defensa de los leales al primer mandatario, quienes inventaron una y mil excusas para justificar un hecho que, en cualquier otro hombre, habría sido atacado y reprobado sin asomo de piedad. “Cancelado”, como se dice ahora.

El discurso zalamero de quienes elevan a una persona en calidad de deidades y ante ello pierden por completo el sentido de la prudencia, parece ser un mal muy común en la política mexicana.

Personas que en algún momento fueron críticas, o al menos sensatas, hoy aceptan rendirse ante la -falsa- divinidad de alguien con el peregrino argumento de “defender al jefe”. 

Defender al jefe, o a la jefa, es ayudarle a no hacer o decir barbaridades, no justificarlas con el manto de la santificación

Parece que eso, tristemente, permea en todos los niveles.

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