El Correo de las Brujas 

El Correo de las Brujas 

Y no, no es el huachicol fiscal de los altos mandos, este es más humilde pero también ilegal. 

La Guardia Nacional detuvo a Norberto “U.F.”, trabajador de Pemex —Poliducto—, presuntamente por sacar gasolina en garrafas. Sí, como si fuera refresco de tiendita.

Y para completar la postal: el detenido es yerno del secretario general de la Sección 40 del STPRM en Pachuca, José Gumaro Vergara Gardini. 

Qué coincidencia, ¿no? Porque dicen las fuentes internas que ya le había salvado varias… misiones laborales fallidas.

Lo que sí sabemos es que el combustible salía… y no precisamente por “ducto oficial”.

Que alguien le diga a Pemex que la fuga no era técnica: tenía apellido y sindicato.

Ahora toca esperar la postura de la Terminal y del superintendente Alfonso Vázquez Maldonado, porque esto ya no huele solo a gasolina: huele a privilegios, a encubrimiento y a esa vieja práctica de tapar el sol con un bidón.

El país dice que combate el huachicol.

Pero aquí, pareciera que el huachicol entró por la puerta y con gafete.

En Tulancingo ya descubrieron el hilo negro del universo administrativo:

La regidora Dora Luz Guzmán Flores denuncia “nepotismo” en el Ayuntamiento. 

Sí, nepotismo. Esa rara condición que —dicen— aparece cuando familiares o “parejas sentimentales” coinciden trabajando en gobierno… algo que en un municipio chico debe ser casi ciencia ficción, ¿verdad? 

Porque todos sabemos que aquí uno puede toparse a su ex, a su cuñado, al primo del regidor, al compadre del director y a la pareja del subdirector antes de llegar siquiera a la ventanilla.

Tulancingo es diálogo, comunidad… y árbol genealógico compacto. 

Que se investigue, claro, dicen que la ley es la ley.

Pero también es cierto que llamar nepotismo a cada coincidencia laboral en un municipio donde medio mundo está emparentado con la otra mitad… es un despropósito propiciado por la grilla interna.

No es delito amar y gobernar en la misma cuadra.

El pecado —si acaso— es fingir que aquí no nos conocemos todos.

Y en Tulancingo, la familia no solo está en casa: a veces también firma oficios. 

Y eso que son aliados. ¿Qué tal si fueran enemigos?

“Tuliacán”, han así bautizado a la ciudad de Tula, convertida hoy por hoy en la más insegura y violenta del estado de Hidalgo.

El sábado pasado se vivió uno de los peores momentos al registrarse una matanza de seis personas en un bar de la ciudad de los Atlantes, de la que hasta el momento no existen detenidos pese a lo aparatoso del caso, pues un grupo de hombres armados irrumpió a balazos y asesinó personas con una facilidad pasmosa.

El “timing” de la Secretaría de Seguridad Pública, tan acertado, atinó a informar el mismo día a los pocos minutos sobre la detención de los responsables de…criztalazos en Pachuca.

La inseguridad rebasó desde hace mucho al gobierno municipal de Tula; el estatal hace lo que puede con lo que tiene.

¿Y el gobierno federal? 

Pues nada, se burla de las y los tulenses en todas las formas posibles.

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