Por Entre protestas de activistas y mentiras al Congreso local.
El 29 de julio de 2022, con una mayoría contundente de 27 votos a favor, Ana Karen Parra Bonilla fue electa por el Congreso local para ser la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), luego de que el organismo estuviera acéfalo por casi siete meses.
En contraste con la votación previa, del 22 de diciembre de 2021, donde Parra Bonilla no obtuvo ningún voto, en la segunda votación apabulló a sus contrincantes, pues el activista Rafael Castelán obtuvo un solo voto y el ex procurador Javier Ramiro Lara, ninguno.
En su primera entrevista ante los medios de comunicación, inmediatamente después de protestar el cargo, Parra Bonilla señaló que la Comisión «necesita dignificarse y ser de la ciudadanía».
Aseguró que realizará una «reingeniería» desde las bases de la Comisión, sin ser inquisidora, para que la CDHEH «deje de ser una oficina más de gobierno».
A 22 días de su toma de protesta, el 22 de agosto de 2022, Parra Bonilla declaró ante los medios de comunicación que se bajaría el sueldo «para ser congruentes con la sociedad».
«Es un abuso lo que está sucediendo con los salarios que hay, de ahí viene la restructura».
Sin embargo, Parra Bonilla no solo no cumplió su promesa, sino que guardó silencio y no explicó por qué, como lo prometió, no disminuyó su salario, que es apenas dos mil pesos menor al del Gobernador del estado.
A dos años de asumir el cargo, Parra Bonilla aún gana 73 mil 776 pesos, poco menos que el gobernador Julio Menchaca Salazar, con 75 mil 605 pesos mensuales.
Así lo establece el tabulador de salarios publicados en el Periódico Oficial del estado, que oficializa las remuneraciones de servidoras y servidores públicos de Hidalgo.
Comparecencia sin transmisión, ni prensa.
El tres de agosto de 2023, Parra Bonilla, tuvo su primer comparecencia ante la Primera Comisión de Derechos Humanos y Atención a Personas con Discapacidad del Congreso del estado.
De acuerdo con información obtenida por CentralMXnoticias, el día anterior, en el recorrido previo por el Congreso que realizó personal de “giras” de Parra Bonilla con asesores legislativos, se formuló la petición de Karen Parra Bonilla de que la sesión de su comparecencia no sea transmitida en vivo.
Además, solicitó que “en la medida de lo posible”, se lleve a cabo sin la presencia de los medios de comunicación.
Entre protestas de activistas y mentiras al Congreso local.
Organizaciones feministas han exigido hasta en tres ocasiones, el 30 de marzo, 26 de junio y 14 de julio de 2023, la renuncia de Ana Karen Parra Bonilla, por desechar quejas por violencia de género y no atender a las víctimas.
Organizaciones como Mercadita Las Insurgentas, Brujas del Viento, Ley Sabina, Unión de Madres Protectoras y otros colectivos feministas, se manifestaron ante CDHEH para exigir la renuncia de Parra Bonilla, bloqueando la avenida Juárez de Pachuca.
Además, Josué Flor Romero, ex trabajador de la propia CDHEH, denunció despido injustificado, maltrato y discriminación por parte de la presidenta del organismo Karen Parra Bonilla, luego de que pretendiera ser utilizado como imagen de un programa de YouTube con el tema de inclusión.
Miente al Congreso.
Durante la comparecencia, la diputada local entonces priista y hoy del grupo legislativo de Morena, Michelle Calderón Ramírez, cuestionó si ya había realizado los trámites para reducirse el sueldo, tal y como lo propuso a días de asumir su cargo.
Calderón Ramírez especificó que, de acuerdo al tabulador, el sueldo actual de la ombudsperson asciende a 73 mil 776 pesos.
Ante el señalamiento, Parra Bonilla admitió: “no he hecho las diligencias necesarias para bajarme el sueldo y, también, no puedo ser irresponsable, porque eso lleva un procedimiento, no es un acto, solamente, administrativo”.
“Mis facultades y mis funciones están establecidas en la ley y tendría que ser un proceso que tendríamos que llevarlo aquí en el Congreso”, agregó, lo que de acuerdo con la ley de Derechos Humanos del estado, es falso.
Al finalizar la sesión, Parra Bonilla salió del Congreso corriendo, abordó un automóvil y huyó para no dar entrevistas ni enfrentar a un grupo de mujeres activistas que protestaban en el exterior de la Torre Legislativa.
