Columna invitada.

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Erick Vera Olivares

La oposición…

México hizo su primera alternancia de la época moderna en el año 2000, con el PAN, donde gana Vicente Fox Quesada.

Votó la ciudadanía con el sueño de un cambio; en 2006 continúa el PAN y se da una nueva alternancia en el año 2012,  cuando vuelve el PRI, con Enrique Peña Nieto, quien termina su sexenio con un nuevo descontento de la población, cansada de los partidos y de la clase gobernante.

Ciudadania que decide en el 2018 hacer un nuevo cambio de régimen  con un partido de nueva creación: MORENA,  que encabezado por Andres Manuel Lopez Obrador gana la presidencia de la República con una votación de 30 millones 113 mil 483 votos.

Lo que arrojó el 53.19% de la votación total, ganando 60 senadores de 128 y 247 diputados de 500. 

Hoy, en 2024, y MORENA enfrenta una elección federal con la mayoría en el Congreso de la Unión, con 21 gubernaturas, 19 congresos estatales donde son mayoría, y con ventaja en todas las encuestas, que le da un triunfo de más de dos dígitos a la presidencia de la República.

Siendo la menor diferencia la publicada por el diario El Financiero, la cual arroja una distancia de 16 puntos.

Pero la principal diferencia es la pretenciosa oposición si le podemos llamar así, donde los partidos que la conforman PRI, PAN, PRD y sus dirigentes están totalmente descompuesto desde su origen, pasando a sus acciones que no tienen sentido, y sus propuestas no son llamativas con falta de originalidad y actuales a los retos que ve el pueblo, mismas que no defienden, ni son de la ciudadanía. 

Sus dirigentes exponiendo en redes ellos mismos el botín que no cumplió un gobernador que estaba en la alianza, exigiendo cargos públicos prometidos, un dirigente que tiene una desbandada de militantes diciendo solamente que se van los malos y se quedan los buenos, cuando en contra tiene  señalamientos por desviación de recursos y compras de casas y carros que no puede comprobar con sus propios ingresos. 

Se reparten las diputaciones y senadurias entre ellos y sus cercanos, dejando afuera a la ciudadanía que dicen representar,  deberían contender por  votación directa si realmente tienen el apoyo que dicen tener de sus afiliados y dejar las plurinominales para gente nueva, fresca y con nuevas ideas, no trayendo gente del pasado que cuando tuvieron la oportunidad de hacer algo no lo hicieron. 

Y para la vida democrática de México, no es malo que gane MORENA, lo realmente malo es que no haya una oposición que sea un contrapeso con sus iniciativas, propuestas y ejemplo para aspirar a un crecimiento firme en la vida política, económica, social de México donde con la división de poderes puedan sobrevivir y convivir por el bien y buen porvenir del país, no buscando el poder solamente por el poder.

Pero bueno sigamos divagando hasta llegar a nuestro sitio.

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