La Semarnath reconoce el rezago en programa de restauración
Alberto Skewes/ Osvaldo Aréchiga
Transcurrido un año de que el gobierno federal declarara como Zona de Restauración Ecológica el área de influencia de la presa Endhó, en Hidalgo, gran parte de los compromisos establecidos en el decreto presidencial continúan sin concretarse.
El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación cuatro días antes de concluir el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, obligaba a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) a diseñar un Programa de Restauración Ecológica en un plazo de ocho meses, además de formular un Plan Hídrico Regional, modernizar colectores de aguas residuales, mejorar la operación de la planta de tratamiento de Atotonilco, controlar especies invasoras y garantizar la participación de comunidades en la definición de acciones.
Si bien la dependencia federal ha informado sobre avances parciales —como el retiro de aproximadamente 50% del lirio acuático que invade la presa, fumigaciones contra el mosquito Culex y reuniones informativas con comunidades—, los puntos medulares del decreto siguen pendientes.
El documento establece como zona de restauración ecológica el área de influencia de la presa Endhó, con una superficie total de 36,637-93-00 hectáreas, ubicada en los municipios de Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Tepeji del Río de Ocampo, Tepetitlán, Tezontepec de Aldama, Tlahuelilpan, Tlaxcoapan y Tula de Allende, en el estado de Hidalgo.
A un año de su promulgación, los avances reportados se concentran en acciones puntuales: retiro de aproximadamente 50% del lirio acuático en el vaso de la presa, fumigaciones para controlar al mosquito Culex y talleres informativos con comunidades aledañas.
No obstante, los rezagos son sustantivos:
El Plan Hídrico Regional aún no ha sido publicado ni sometido a consulta pública, pese a que es el documento rector para el manejo integral de la cuenca.
La planta de tratamiento de Atotonilco, considerada la más grande de América Latina, sigue presentando deficiencias operativas y no alcanza los parámetros de remoción de contaminantes que exige la NOM-003-SEMARNAT-1997.
Los colectores marginales que deberían evitar descargas crudas hacia el río Tula avanzan lentamente en etapa de supervisión y carecen de reportes oficiales de conclusión.
En materia de aire, suelo y biodiversidad, los subprogramas permanecen en fase de diseño y carecen de indicadores verificables de implementación.
Diversas organizaciones, entre ellas la Sociedad Ecologista Hidalguense, han cuestionado la falta de procesos de consulta indígena y agraria, lo que pone en entredicho el cumplimiento del Convenio 169 de la OIT.
Reconoce Mixtega Trejo rezago en el programa de restauración.

Al cumplirse, en mayo pasado, el plazo establecido que se tenía que construir el programa de restauración, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo, Mónica Mixtega Trejo reconoció que la propuesta para realizar una consulta a los pueblos originarios, se ha retrasado la entrega de la Declaratoria de Restauración Ecológica de la zona Tula-Tepeji para evitar mayores problemas ecológicos.
Por lo que dijo que se retrasará un poco. “Es importante la consulta, las aportaciones que ellos puedan otorgar de lo que se le está presentando por parte del gobierno federal. Desde la anterior administración hubo esa apertura con la ciudadanía”.
Mixtega Trejo señaló que espera que el documento final esté listo antes de que concluya este año 2025, sin embargo, aún no se cuenta con fecha para la consulta por parte de la federación.
Dijo que todas las propuestas que se están realizando van en beneficio de la propia ciudadanía, por lo que con la consulta se podría incluir más territorio, más superficie, alguna otra acción que ellos consideren necesario para mejorar su entorno.