Por Durante años, las comunidades más apartadas de Tlahuiltepa fueron invisibles para la administración pública. Hoy, eso empieza a cambiar. Con una estrategia de proximidad real, la alcaldesa Diana López Rangel ha llevado hasta los rincones olvidados los servicios esenciales que la gente necesita.
Lo que para otros gobiernos fueron excusas, para esta administración ha sido un compromiso cumplido. La feria de servicios municipales en San Andrés Miraflores y Chichicaxtla permitió que cientos de ciudadanos accedieran a trámites de registro civil, asesoría legal, atención médica y seguridad pública, sin la necesidad de trasladarse largas distancias.
Pero este esfuerzo no es solo administrativo, sino profundamente social y político. En un municipio donde la marginación ha sido la norma, este tipo de acciones representan dignidad y justicia para quienes antes no eran escuchados.
A la par de este programa, López Rangel también supervisó las viviendas dignas, otro compromiso de campaña que hoy es una realidad para las familias más vulnerables. No son solo obras, son soluciones que impactan la vida cotidiana de la gente.
Este gobierno está demostrando que cuando hay voluntad, la distancia no es un obstáculo, sino un reto que se enfrenta con hechos, no con discursos. Tlahuiltepa se transforma, y lo hace con sensibilidad, cercanía y resultados tangibles.
