Por Anticorrupción, fuera de la agenda
Como la transparencia, que está por caer al abismo oscuro del que había salido hace apenas 20 años.
El sistema anticorrupción del país está, por decir lo menos, abandonado, sea por negligencia o por perversidad, la gravedad es la misma.
Organizaciones civiles encabezadas por Causa Común, Observatorio de Designaciones Públicas, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, entre otras lanzaron un llamado al gobierno federal y estatales por la falta de operación de los sistemas anticorrupción.
Los organismos civiles denunciaron que de los 33 sistemas anticorrupción del país, en 27 no se cuenta con los nombramientos necesarios para operar adecuadamente.
Solo el 18.19% de las designaciones se han realizado, dejando un 81.81% pendiente.
Los sistemas anticorrupción, conformados por diversos órganos y autoridades, “son fundamentales para garantizar la prevención, investigación y sanción de hechos de corrupción, así como para asegurar la correcta fiscalización de los recursos públicos.
El de Hidalgo está en la indefensión, en cuanto al sistema se encuentra entre las entidades que no cuentan con ningún integrante.
En la participación ciudadana, la sexagésima quinta legislatura del Congreso local, la próxima pasada, histórica por varios motivos, todos reprochables, dejó sin renovar a integrantes del Comité de Participación Ciudadana, que debe contar con siete integrantes para las sesiones de la revisión de la política estatal de combate a la corrupción.
Faltan cuatro, sin fecha definida para completarlos.
Lo anterior, de acuerdo con las agrupaciones civiles, no solo debilita el funcionamiento de los sistemas, sino que restringe el derecho de la sociedad a participar en la agenda anticorrupción y limita el diseño, propuestas y seguimiento de políticas públicas en la materia.
No está en la agenda del oficialísimo, el gobierno federal, cuya inercia viene desde el sexenio del primer piso de la transformación, pavimentado con chapopote por Andrés Manuel López Obrador, no lo considera necesario.
Al fin que no hay corrupción, ni opacidad.
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