Tlahuelilpan, un sexenio de la tragedia.

Tlahuelilpan, un sexenio de la tragedia.

El 18 de enero de 2019, en Tlahuelilpan, Hidalgo, se registró la expulsión descontrolada de gasolina en el kilómetro 226 del oleoducto que corre del puerto veracruzano de Tuxpan a la ciudad de Tula.

Fue ocasionada por la instalación rudimentaria de una toma clandestina en el ducto de 14 pulgadas de diametro con la finalidad de extraer ilegalmente el combustible. Debido a la fuerte presión del hidrocarburo y al poco conocimiento técnico en la manipulación de esas tuberías, rapidamente se salió de control y el liquido comenzó a brotar masivamente elevándose varios metros.

La gente comenzó a acercarse con la esperanza de recolectar el combustible para venderlo posteriormente, incluso sin saber que eso constituye un delito y que su vida estaba en riesgo inminente.

A las 18:58 horas, la acumulación del hidrocarburo en la superficie y su saturación en el ambiente ocasionó una fuerte explosión que dejó un saldo de 137 decesos: 69 personas fallecieron en el lugar y de los 81 hospitalizados por quemaduras, murieron 68; sólo 13 fueron dados de alta con lesiones.

La explosión fue particularmente mortal debido a que una gran cantidad de personas se encontraban en el lugar recolectando combustible y otros más por simple curiosidad.

El huachicoleo, o bien, la extracción, almacenamiento y comercialización de gasolina, diésel, turbosina, combustóleo y gas LP de manera ilegal es un delito federal. Está penado de acuerdo con la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, ya que son bienes propiedad de la nación.

El 31 de marzo de 2023, el expresidente Andrés Manuel López Obrador confesó que la de Tlahuelilpan es “la tragedia que más le ha dolido”.

En diciembre de 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció una estrategia para disminuir el robo de combustible, conocido como huachicoleo, la cual consistió en desplazar la gasolina a través de camiones cisterna, en lugar del sistema de oleoductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX). 

Esa medida, ocasionó el desabasto de combustibles en cientos de gasolineras, filas kilométricas en los expendidos para abastecer vehículos y compras de pánico de los automovilistas.

El 10 de enero de 2019, en su conferencia mañanera, López Obrador anunció que se reforzaría la vigilancia en los ductos de Pemex, mientras automovilistas continuaban con las largas filas para cargar combustible ante la escasez que provocó la estrategia.

«Desde luego van a continuarse los repartos, el abasto a gasolinerías con pipas (camiones cisterna) y poco a poco vamos a ir normalizando la situación», se lee en las versiones estenográficas de la mañanera de ese día.

Para contener el robo, el presidente ordenó el cierre de los ductos que distribuyen gasolina y comenzó a distribuir el combustible en camiones cisterna.

El 18 de enero de 2019, en Tlahuelilpan, se registró la fuga de gasolina en el kilómetro 226 del oleoducto que corre del puerto veracruzano de Tuxpan a la ciudad de Tula.

La versión gubernamental señaló que fue ocasionada por la instalación rudimentaria de una toma clandestina en el ducto de 14 pulgadas de diámetro con la finalidad de extraer ilegalmente el combustible.

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