La escuela priísta de Olivares y Ochoa
La muy vieja escuela de los mensajes cifrados enviados a través de declaraciones a los medios de comunicación, parecía una práctica que no cabía en estas épocas de transformación.
Pero cuando la cuña y el inconsciente actúan, es imposible soltar raigambres políticas, por más adentrados que se encuentren en los derroteros del nuevo régimen.
Así se comunicaban, en las épocas del más recalcitrante priismo, políticos y funcionarios que no querían dirimir sus diferencias como se supone que debiera ser: de frente, mirándose a la cara y diciéndose con claridad las quejas, reproches u observaciones que considerasen pertinentes.
Aparecía, entonces, el recado enviado por interpósita persona, para dejar veladamente puesto en el aire el mensaje no solo al destinatario sino a sus compañeros y superiores.
No podía esperarse más de un priista de cepa, como lo es Cuauhtémoc Ochoa Fernández, senador de la República por Morena, pero su actual destino es lo de menos. Su origen es el que lo desnuda.
El senador morenista, exverde ecologista y expriista Cuauhtémoc Ochoa manifestó en una entrevista con el portal digital Conectados IM, que “una cosa es que seamos del mismo partido y otra que no seamos críticos en ambas partes (sic)”.
Le advirtió a Olivares Reyna que desde la comisión de hacienda del senado pueden vigilar también el uso de recursos de las autoridades estatales.
Y lo puede hacer.
El motivo del exabrupto mediático del senador es el viejo estilo de hacer política, también de germen tricolor, del secretario Guillermo Olivares.
Advertencias, veladas o directas, para que no se fortalezca el trabajo político del adversario, para debilitarlo.
Las amenazas de Ochoa Fernández no son una bravata a la ligera, se sabe respaldado por personajes de altura nacional en el morenismo más priista, como Adán Augusto López, por ejemplo.
Aunque también en el morenísimo más radical, como Gerardo Fernández Noroña, quien pareciera que dio un espaldarazo al senador hidalguense en sus redes sociales con una foto y la leyenda “no estás solo”.
Aunque, en realidad el mensaje de respaldo fue para otro senador expriista, Miguel Ángel Yunes.
O, en una de esas, quizá, para ambos.
Miguel Ángel Yunes y Cuauhtémoc Ochoa, que iban en el mismo asiento.
Que caben en el mismo renglón.
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