El Partido Verde, grillos inútiles para el medio ambiente
Más preocupado por asegurar registros y alianzas políticas, el Partido Verde Ecologista de México, una histórica sanguijuela de la política, en nada ha intervenido o cuando menos hablado en los últimos años del infierno ambiental que se vive en Hidalgo, en la región de Tula.
El tres de marzo de 2020, la LXIV legislatura del Congreso de Hidalgo, aprobó un exhorto al gobierno de la República para solicitar que publique en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la declaratoria de emergencia ambiental y destine recursos para la ejecución de proyectos resarcitorios en la región de Tula.
En aquel momento, no había legisladores locales del PVEM y el federal, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, estaba ocupado planeando su brinco, precisamente, del partido verde a Morena, al que se unió en 2021.
Por cierto, ya como candidato a senador -por Morena, desde luego- el exfuncionario del Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), fue acusado de provocar daños ambientales con el relleno sanitario por habitantes de Cholula, Puebla, quienes aseguraron que ese tiradero es de su propiedad.
También, el portal EA Noticias divulgó que Pro-Faj, empresa de Cuauhtémoc Ochoa y que presta el servicio de recolección de basura en Pachuca, “ha dejado sus calles en calidad de chiquero”, y en voz del alcalde Jorge Reyes, seguirá contratada por lo menos hasta el final del año y hasta que se designe una nueva licitación.
Hace dos años, en noviembre de 2022, la diputada del Verde, María del Carmen Lozano Moreno, una de las dos integrantes de la “bancada”’junto con Octavio Magaña Soto, leyó un dictamen que exhortó a la Secretaría de Energía y Comisión Federal de Electricidad (CFE) a rendir un informe sobre la contaminación de la Central Termoeléctrica Francisco Pérez Ríos y para dar un plazo para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
En ningún caso pasó absolutamente nada.
En octubre del año siguiente, el efímero Grupo Plural Independiente (GPI) del ex gobernador Omar Fayad Meneses, integrado por alcaldes y diputados locales expriistas, anunciaron su adhesión al Partido Verde.
Entre las grandes acciones de esa coalición, que duró menos de un año, fue emprender una arrojada “cruzada por el medio ambiente” en Tepeji del Río.
En esa cruzada, más emotiva que las de Tierra Santa, el diputado Alejandro Enciso aseguró que al GPI y al Partido Verde “los unen muchas coincidencias”.
El coordinador del GPI, Julio Valera Piedras, declaró a los medios que impulsarían políticas públicas de participación ciudadana.
La cruzada duró lo que tardaron en plantar arbolitos y remover maleza en la región.
Dos años después del exhorto ignorado, el actual diputado local del Verde, Avelino Tovar Iglesias, ingresó al Congreso la iniciativa de Ley de Economía Circular y presentó un exhorto para combatir al gusano descortezador.
Hablando en términos ecológicos, el Verde Ecologista ha sido refugio de grillos a los que el medio ambiente les importa una hectárea de bosques infectados.
Síguelo por X: