Semarnath, solapa el desdén de AMLO
La secretaria de Medio Ambiente del gobierno estatal, Mónica Patricia Mixtega Trejo, informó, durante su comparecencia ante el Congreso del estado, el cumplimiento del Decreto de Zona de Restauración Ecológica del Área de Influencia de la Presa Endhó.
La funcionaria dijo que fue “una promesa hecha el año pasado y que este año se ha concretado”, lo cual es, por decir lo menos, inexacto.
La promesa del decreto, que no es solo un pergamino enmarcado, como fue, sino un apoyo federal para solventar en lo posible la situación crítica de contaminación en la zona, data del año 2019.
A finales de 2018, al inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la Semarnat fue tomada por integrantes del Movimiento Social por la Tierra quienes denunciaron la grave situación ecológica y ambiental que prevalece en la región de Tula y municipios aledaños.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió, a través del oficio S00/155/2018, una declaratoria de emergencia sanitaria, en noviembre de 2018, para los municipios de Tula de Allende y Tepetitlán, debido a que los niveles de plomo, arsénico, manganeso y mercurio, son muy superiores a los máximos permitidos en todos los pozos de agua para consumo humano analizados por la Comisión Nacional del Agua.
El tres de marzo de 2020, la entonces presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la LXIV legislatura del Congreso de Hidalgo, María Luisa Pérez Perusquía, informó a través de sus redes sociales que el Pleno del congreso del estado aprobó un exhorto al gobierno de la República para solicitar que publique en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la declaratoria de emergencia ambiental y destine recursos para la ejecución de proyectos resarcitorios en la región de Tula.
El 20 de febrero de este año, Julio Menchaca Salazar, gobernador de Hidalgo, reconoció que estaba pendiente no sólo la firma del documento para la Declaratoria de Restauración Ecológica, también el anuncio de la inversión para revertir el daño medioambiental grave.
El gobierno de López Obrador anunció el decreto, el cual fue entregado así, como un pergamino bien bonito y bien enmarcado.
Sin un quinto de presupuesto para cumplir su objetivo.
Una burla, pues, grosera y grotesca.
Mixtega Trejo apoquinó, ante la imposibilidad política de reconocer esa burla, que la Semarnath llevó a cabo las gestiones necesarias para que desde la Presidencia de la República se emitiera dicha declaratoria.
Que gracias a una estrecha coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales federal, se logró la participación de organizaciones civiles, ayuntamientos, instituciones educativas, entidades de gobierno local y la población en general.
Durante su comparecencia, la secretaria Mixtega informó que “el pasado 26 de septiembre del presente año, el Gobierno Federal publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto de Zona de Restauración Ecológica del Área de Influencia de la Presa Endhó, cubriendo una superficie total de 36 mil 637 hectáreas, distribuidas en tres polígonos que abarcan localidades de los municipios de Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Tepeji del Río de Ocampo, Tepetitlán, Tezontepec de Aldama, Tlahuelilpan, Tlaxcoapany Tula de Allende”.
“Esta acción beneficiará a más de 500 mil habitantes”, señaló.
La secretaria Mixtega calificó el hecho como “el primer paso en este proyecto histórico para Hidalgo”.
El programa de restauración ecológica y los proyectos de restauración de la zona deben concluir en un plazo máximo de 12 años, contados a partir de su emisión.
El decreto establece que las erogaciones que se generen con motivo de su entrada en vigor, se deben cubrir mediante “movimientos compensados”, conforme a las disposiciones jurídicas aplicables, con cargo al presupuesto aprobado para los ejecutores de gasto correspondientes en el presente ejercicio fiscal.
El decreto con el que finaliza el sexenio señala que “no se autorizarán recursos adicionales en el presente ejercicio, ni en los subsecuentes”.
Una burla para la población hidalguense.
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