Exitosa asamblea del PRI
Así debió calificarla Alejandro Esquer Verdugo, secretario particular del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En enero de 2019, en Palacio Nacional, Alejandro Moreno Cárdenas sostuvo una reunión con su tocayo, Alejandro Esquer Verdugo, excoordinador de Proyectos de Desarrollo durante la presidencia de José López Portillo y actual secretario particular del presidente López Obrador.
Ahí, se fraguó la licencia que Moreno Cárdenas solicitaría, apenas a los cuatro años de gobierno en Campeche, para contender posteriormente por la dirigencia nacional priista.
Después de esa reunión, distintos espacios informativos han señalado a Esquer Verdugo el ídem del Partido Revolucionario Institucional, en contubernio con el exgobernador campechano.
Ayer, el PRI celebró su 24ª Asamblea Nacional Ordinaria, con la asistencia de, dijeron, tres mil 200 delegados de los 32 estados de la República.
Ahí, aprobaron las reformas a sus documentos básicos, entre ellas al artículo 178 con lo cual los comités ejecutivos nacional y de los estados podrán reelegirse hasta por tres periodos consecutivos además de que durarán cuatro años en el cargo.
Una asamblea sin acceso a medios de comunicación, sin preguntas, sin respuestas.
Moreno Cárdenas, en un ejercicio de sólida impudicia, acusó de “lacayos”, “esquiroles” y “cínicos” a quienes criticaron su intención y, finalmente, concreción de reformar los reglamentos priistas para poder mantenerse al frente del que fuera el partido político más poderoso del país.
En el colmo del delirio, les acusó de estar involucrados en el caso Pemexgate y en el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
Humo y espejitos para ocultarle a la ya escasa militancia priista el hecho inobjetable de que, durante la dirigencia que encabeza con la hidalguense Carolina Viggiano Austria, perdió casi cuatro millones de votos en las elecciones presidenciales del pasado dos de junio, en comparación con las de 2018.
De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE), para la elección presidencial de 2024, el PRI consiguió cinco millones 411 mil 46 votos, mientras que en la de 2018 fueron nueve millones 289 mil 853 votos.
Además, el PRI de Alito y Viggiano perdió las gubernaturas de Sonora, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Tlaxcala, Colima y Campeche en 2021; Hidalgo y Oaxaca en 2022; Estado de México en 2023.
Por primera vez en la historia, la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM) renegó de su partido, el “obrero” Carlos Aceves del Olmo, heredero de las glorias de Fidel Velázquez, retiró su apoyo a Moreno Cárdenas y reprobó sus ansias reeleccionistas.
Moreno Cárdenas y Viggiano Austria han cumplido con creces el trabajo encargado por Alejandro Esquer Verdugo: concitar el desmembramiento priista hasta convertirlo en una comparsa opositora sin precedentes, sin futuro.
El único futuro es el de la cúpula priista, que gozará de poco más de mil millones de pesos de prerrogativas y de un sexenio en el Senado de la República.
Impecable operación priista.
**Las expresiones contenidas en estas líneas, son opinión de ellas, y por lo tanto, no representan la postura editorial de CentralMX.
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