Campañas barriobajeras
“Señoras”, “vieja…política”, antidoping, polígrafo, “guerra sucia”.
Entre descalificaciones, agresiones y abiertas confrontaciones ha transcurrido la campaña electoral y no hay visos de que vaya a cambiar por una competencia más civilizada.
La propagación de material calumnioso en contra de prácticamente todos los candidatos y candidatas le da un sino francamente bajo a este proceso electoral.
Y no es que sea algo nuevo, pero sin duda es potenciado por la acción de las redes sociales y el mayor alcance que las baladronadas e insultos logran con esa herramienta.
El zipizape entre las candidatas al Senado ha sido constante en su precario nivel político, argumentativo y aun personal, pues entre las tres protagonistas se atacan con saña más allá de la estrictamente electoral.
Benjamín Rico Moreno, candidato a presidente municipal de Pachuca acusó, en entrevista con este medio, que fue víctima de persecuciónpor parte de la ya tristemente célebre Unidad de Inteligencia Financiera, cuando esta era encabezada por Santiago Nieto y el secretario de Hacienda federal era el hidalguense Arturo Herrera Cabañas, muy cercano a su entonces competidor por la alcaldía pachuqueña.
Las cuentas bancarias del priista fueron congeladas, el tres de junio de 2021; para el cinco de octubre, menos de tres meses después, Juez federal ordenó el descongelamiento de la cuenta propiedad de Rico Moreno.
La revelación del hoy candidato propietario no es menor, la UIF no acreditó nada de lo que acusaba y todo quedó en el escándalo mediático.
A falta de tres semanas de campañas, las y los punteros no solo no van a disminuir los ataques a sus rivales sino que, sin la menor duda, estos arreciarán.
Y no, no es por el ansia de servir al pueblo, a la gente de Hidalgo.
Es por poder y dinero, nada más.
Lo que digan en contra de eso, es demagogia en su estado más puro.
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