¿A qué vino Alito Moreno a Hidalgo?
El presidente del Partido Revolucionario Institucional estuvo en Pachuca, pero, a ciencia cierta, pocos saben a qué vino.
Aquí algunas hipótesis.
Vino a acompañar a Xóchitl Gálvez a una gira por su estado natal.
No, Xóchitl Gálvez no ha recorrido su estado natal, ni siquiera su municipio de nacimiento en toda la campaña presidencial, fue a saludar al obispo de Tulancingo hace tres meses, nada más.
Vino a preguntarle a Jorge Rojo por qué diablos Xóchitl Gálvez no ha recorrido su estado natal.
No, no se vio a Jorge Rojo y a Alito Moreno dialogando sobre nada en los breves momentos en que coincidieron en el “cubo de Colosio”.
Vino a defender el agua de los hidalguenses, con más inversión para infraestructura hidráulica, urbana y del campo.
No, para eso los gobiernos priistas tuvieron, más o menos, 90 años, es decir, ya debe estar.
Vino a prometer la creación de un Plan Nacional Agropecuario, seguro ganadero, capacitación y asesoría técnica.
No, es el mismo caso, la Confederación Nacional Campesina dejó en la gloria al campo hidalguense y mexicano, pues se sabe que, sin maíz, no hay país.
Vino a solidarizarse con el gremio periodístico y los medios de comunicación por el atentado a la libertad de expresión que están enfrentando por parte de Movimiento Ciudadano y su candidato presidencial.
No, no; sería mucho cinismo, pues se recuerda aquello de “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, papá…”.
“Hay que matarlos de hambre, ya te lo dije…”.
Parece que vino, solamente, en calidad de testigo de honor, sí, testigo de honor, en la firma de “Las 5 por Hidalgo”, documento en el que establecen compromisos en materia de programas sociales, agua, salud, seguridad y campo.
Rubros que durante 90 años el PRI atendió y resolvió con pulcritud, diligencia y experiencia.
«Con razón no viene Xóchitl», se alcanzó a escuchar entre los presentes.
Síguelo por X: