Por Granados Chapa y los “pleitos de coalición”
Se antoja como una premonición de los excesos electorales que se avecinaban, pero ya Miguel Ángel Granados Chapa, en su última columna, parecía vaticinarlos: “Es preciso eliminar la confusión posible entre una coalición electoral, figura jurídica ya existente en nuestro derecho, y la propuesta en curso de integrar gobiernos de coalición. Ambas, por supuesto, demandan la integración de voluntades partidarias”.
En el estado natal del eximio periodista, hasta las coaliciones electorales chocan; no se vislumbra cómo podría llegar el momento en que compartan las responsabilidades del cargo al que a la postre pretenden llegar.
A los pleitos entre Asael Hernández Cerón, líder panista y Francisco Olvera, exgobernador priista, devienen los problemas entre Morena y el Partido del Trabajo.
Sin alianza ni mucho menos cercanía, el grupo que controla al partido de la estrella hace lo posible por distanciarse del partido en el gobierno y de la llamada jefatura política.
La denuncia presentada en contra de la dirigencia petista es una muestra de las diferencias que más allá de lo electoral existe entre ambos grupos: lo ideológico.
En lo jurídico, la Fiscalía de Delitos Electorales ya indaga la usurpación de indemnidad, falsificación de documentos y uso de información falsa en agravio de los denunciantes, quienes aseguran no pretender entrar a la contienda electoral bajo la bandera del PT, mucho menos en las actuales circunstancias.
Los denunciantes confirmaron, así sea de forma extraoficial por no tener aún pruebas suficientes, que otros más de los inconformes recibieron mensajes, vía celular, con amenazas para que acepten integrar las planillas que hacen falta al PT.
Por ello salta a la vista la anti naturaleza de alianzas y coaliciones electoreras que buscan, caigamos en el lugar común: el poder por el poder.
No habrá nunca acuerdos ni consensos en bien de la comunidad, sí en cambio la búsqueda de satisfacer intereses políticos – y económicos, por supuesto- y personales.
“También se procura evitar los intentos casuísticos de consenso, que se cumplen parcialmente y por lo mismo suelen fracasar, amén de generar entre las partes incriminaciones”.
De nuevo, Granados Chapa se adelantó en el futuro.
El “Prian”, como peyorativa y propagandísticamente llaman los candidatos y candidatas oficiales a sus adversarios, es una alianza antinatura, por ideología y cultura.
Pero el “Morepetéverde” no se queda atrás.
Al contrario…
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