El segundo piso de la Cuarta Transformación
Así iniciará, con ese lema, la candidata presidencial Claudia Sheinbaum su campaña rumbo al Palacio Nacional.
Al menos así la promocionan en los recovecos de Morena en Hidalgo, y muy seguramente en todo el país.
Aquí en Hidalgo, en una gira por Tulancingo, Claudia Sheinbaum explicó lo que significa ese etéreo y poco ecléctico concepto.
Se trata, según Sheinbaum, de una metáfora de los segundos pisos del periférico, en la capital del país, que implementó cuando fue la titular de la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador era el jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Para comentar lo que significa “el segundo piso de la Cuarta Transformación”, Morena, en Hidalgo, deberá cuidar los equilibrios en su postulación de candidatos a presidencias municipales y diputaciones locales.
Y lo tendrá que hacer con un primer y elemental paso: desechar la afrenta que representaría toda amenaza de boicot o de abandono de aspirantes rechazados, que en la mayoría de los casos, ni morenistas son.
El equilibrio debe ser la prioridad, ya que es a partir de esa condición como se puede afianzar una auténtica unidad, como la que busca el partido, sus altos mandos, incluido el gobernador del estado.
La ruptura de sus alianzas, algunas reales y otras ficticias, dejará damnificados que buscarán, a como de lugar, truncar la unidad y las campañas de quienes sí resulten beneficiados con las candidaturas.
Como dijo el presidente Marco Rico: la operación cicatriz por adelantado.
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