Seguridad municipal, un desastre
Por: Fernando Hidalgo Vergara
No es la primera vez que el secretario de Gobierno en Hidalgo, Guillermo Olivares Reyna, señala la ineficacia de los cuerpos policiales municipales en el estado.
Este fin de semana, Olivares Reyna recordó que los ayuntamientos reciben, desde hace años, suficientes recursos federales del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento Municipal (Fortamun) para la adquisición de vehículos, pago de sueldos, así como para la certificación y capacitación constante de los elementos.
Este fondo, entre otros elementos, facilita que cada elemento policial municipal cuente con el Certificado Único Policial (CUP), lo que incluye temas fundamentales como saber hacer un informe policial homologado, así como haber aprobado los exámenes de control y confianza.
Ese fondo, de carácter federal, opera de tal forma que la Federación promueve que, por lo menos, el 20 por ciento de sus recursos previstos se destinen a la atención de necesidades directamente vinculadas con la seguridad pública, en cumplimiento a los propósitos de los Programas con Prioridad Nacional y Subprogramas vigentes.
El regañó quedó, pero el problema de inseguridad, producto de la fragilidad e incompetencia de los cuerpos policiales municipales no se resolverá con ese recurso ni en un corto plazo.
El Gobierno federal desapareció el Subsidio para el Fortalecimiento de la Seguridad en Entidades Federativas y Municipios (FORTASEG), que proveía cuatro mil millones de pesos para fortalecer los cuerpos municipales de seguridad en todo el país.
Con esa subvención, se cubrían aspectos como la evaluación de control de confianza de los elementos operativos de las instituciones policiales municipales, su capacitación, recursos destinados a la homologación policial y a la mejora de condiciones laborales de los policías, su equipamiento.
Además, la construcción de infraestructura, prevención del delito y la conformación de bases de datos de seguridad pública y centros telefónicos de atención de llamadas de emergencia y en general apoyar la profesionalización, certificación y equipamiento de los elementos de las instituciones de seguridad pública.
Todo lo que actualmente no cumplen las policías municipales.
En época electoral, la seguridad pública forma parte, también, de las promesas, casi siempre inconclusas, de aspirantes a cargos de elección popular.
El hecho es que, a partir de la escalada de violencia que asola al país, por allá en el sexenio de Felipe Calderón, es una asignatura pendiente de todos los gobiernos.
No se diga, desde luego, del de la autollamada Cuarta Transformación.
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