Por Los méritos del Embajador Fayad
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
El oficialismo mandó al mejor, sin duda, para defender el nombramiento presidencial y la ratificación senatorial del exgobernador Omar Fayad Meneses como embajador ante el Reino de Noruega.
Ricardo Monreal Ávila, senador de Morena, exprecandidato presidencial, tribuno extraordinario, hizo una defensa no solo febril sino documentada de Fayad Meneses.
Dentro del acalorado debate que ocasionó el polémico nombramiento, Monreal tocó el punto medular por el cual la oposición, sobre todo el priismo, rezongó hasta lo indecible para evitar que se consumase la voluntad del presidente López Obrador.
Omar Fayad no intervino en las elecciones gubernamentales del estado de Hidalgo, no movió al aparato oficial estatal para que Julio Menchaca lograse vencer a Carolina Viggiano y sacara, por primera vez en más de un siglo, al PRI del poder en Hidalgo.
Y no hacía falta, como bien lo señaló, pues la victoria del hoy gobernador fue no solo contundente sino aplastante y ese escenario no iba a cambiar si Fayad intervenía o no, como ocurrió.
No, no es esa la razón por la cual el nombramiento como excelentísimo señor embajador que ya posee Fayad Meneses es, por decir lo menos, cuestionable.
Tampoco es la nula experiencia diplomática del político hidalguense, que, mientras la ley sea laxa y no la exija, podrá subsanarla con su innegable conocimiento, elocuencia, grandilocuencia y habilidad política que hasta en Noruega surtirá efectos positivos.
No, nada eso mancha el nombramiento de Omar Fayad como representante diplomático en aquel nórdico y civilizado país.
La mácula indeleble es, nada más, los millones de pesos saqueados del erario estatal durante la última etapa de su gobierno.
Aun con aquella conceja que dice “quien acepta un cargo público sin tener la capacidad, es un acto de corrupción”.
Minucias.
Se ha mencionado en este y en muchos espacios públicos y periodísticos: si sabía, mal, si no sabía, mucho peor.
El tamaño del saqueo es directamente proporcional a su responsabilidad como gobernador.
