Por Si “salió corriendo” del Congreso, Parra Bonilla no sirve para mediar.
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
El proceso de mediación para resolver el ya largo conflicto de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo se sigue atorando por la pasividad de las autoridades de la propia UAEH.
Y es que, pese a que la versión inicial de las mismas autoridades es que los estudiantes no lograban ponerse de acuerdo en su representación, la realidad es que el rector pareciera empeñado en detener la resolución del conflicto.
El fin de semana pasado, los alumnos lo buscaron sin obtener respuesta.
Posteriormente, Octavio Castillo Acosta apareció de pronto en un acto de los estudiantes, sin explicar ese bamboleo de actitudes.
Un paso, es de reconocer, importante para resolver el problema que ya rebasó el mes, fue el nombramiento de Elsa Ángeles Vera como defensora universitaria.
Periodista de cepa con experiencia en la cátedra, en la defensa estudiantil y de derechos humanos, Ángeles Vera discurrió los primeros pasos y se ganó la confianza de los estudiantes, quienes la conocen.
Ofreció cumplir una de las exigencias del pliego estudiantil, la destitución del presidente del Consejo Universitario, precedente de la malquerida y peor recordada Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo, Esteban Rodríguez Dávila, algo que es inevitable, dadas las animalescas acciones de este pseudo líder estudiantil hacia sus propios compañeros, el pasado 19 de septiembre.
Ese sujeto debería estar ya procesado penalmente y no buscando mantener su encargo, desfasado por más de dos años.
También, Elsa Ángeles Vera reprobó la posible mediación de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Hidalgo, Ana Karen Parra Bonilla.
La defensora universitaria desconfía de las capacidades de Parra Bonilla, no sin razón.
Ángeles Vera disparó con certeza: “yo con Karen Bonilla, y lo digo públicamente, tengo problemas, porque la forma en la que ha ejercido como ombudsperson no es la mejor”.
Agregó, con crueldad inobjetable, que no cree que Parra Bonilla pueda ser una buena mediadora, pues “salió corriendo del Congreso y con cosas que no debieron ser”.
Parra Bonilla dejó en la indefensión a mujeres víctimas de violencia de género, atentó contra los derechos humanos y laborales de un excompañero suyo y, sobre todo, dejó claro que cualquier acuerdo o promesa que de su persona emane, corre un alto riesgo de no cumplirse.
Así como apela a la desmemoria, para olvidar que prometió “por congruencia” bajar su salario y no cumplirá, podría desconocer cualquier acuerdo del que sea testigo.
Sin embargo, admitió que si las y los estudiantes deciden que ella debe ser la mediadora, lo respetará.
Sobre aviso no hay engaño.
